¿POR QUE IMPORTA EXPONER?

Llega el momento en la vida de un artista dedicado a la fotografía en que necesitará mostrar su trabajo a los demás en un espacio físico y en una muestra creada para tal efecto.

Para avanzar en la carrera artística

Hay muchas razones para exponer las propias fotografías, o la de un colectivo. Primero, es un paso importante en la carrera de un artista. Obedece a esa necesidad de mostrar el trabajo y compartirlo. Por supuesto que hoy, con los medios sociales, esto se ha facilitado enormemente. Hace unos años habían numerosos fotógrafos amateur que jamás podían mostrar su trabajo a nadie, salvo a un pequeño grupo de parientes, amigos e incautos que debían sufrir un kilométrico slideshow en un proyector de carrusel. El fotógrafo podía pasarse 40 años haciendo fotos sin que nadie los supiera.

"Exposición colectiva del Foto Grupo Junín"

Hoy, gracias a Facebook, Instagram, etcétera, esa barrera se ha roto. Sin embargo, compartir la fotografía en un espacio físico, la posibilidad de convertir la propia obra en objeto es, en esta era digital, una experiencia fundamental para el creador fotográfico.

PARA SER MAS COTIZADO

Ahora bien, para todo artista importa el número de exposiciones que ha realizado. En índices como ArtFacts.net este es un parámetro esencial: ¿Cuántas exposiciones ha realizado? ¿Cuáles han sido colectiva y cuales individuales? ¿Junto a qué otros artistas suele exponer? ¿En qué instituciones? ¿En qué países/regiones? Todo esto impacta, para empezar, en la valuación económica del artista. Es un criterio extrañamente engañoso y perniciosamente económico, pero así funciona el mercado del arte y eso es algo que ni yo ni mi querido lector podremos cambiar ni pronto ni fácilmente. Así que para el que quiera convertirse en un artista cotizado habrá de exponer, quiera o no, le guste o no.

Para obtener becas y subvenciones

Otra razón se encuentra en las subvenciones, becas, funds, grants y todo lo que signifiquen fondos privados o gubernamentales para dedicarse a la sublime tarea de hacer fotografías sin tener que distraerse en aquellas innobles tareas como preguntarse qué se va a comer mañana o si se dormirá bajo un techo. En otras palabras, el que quiera beca, tendrá que llenar cincuenta toneladas de formatos (sin olvidar las respectivas formas amarillas selladas, apostilladas y legalizadas) y habrá de reportar, indefectiblemente, cuántas exposiciones ha realizado.

Para vender obra

Bueno, hay artistas que tienen una costumbre pésima y de muy mal gusto: comer y vestir. ¡Vaya descaro!

Vender nuestras fotografías durante la exposición es una de las respuestas a esa pregunta que todos los fotógrafos nos hemos hecho alguna vez: ¿Podría yo vivir de la fotografía? Como dijo el Guasón en The Dark Knight…

Para lograr fama

Tengo una amigo que clasifica cualquiera de sus proyectos en los que dan fama y los que dan dinero. De modo que si no se obtiene dinero, se puede lograr prestigio social. La difusión que se puede lograr con una exposición también importa en el marketing del artista. Tampoco hay que olvidar que se le puede organizar una exposición a otros fotógrafos y, eventualmente, irte generando una reputación como curador en el mundo del arte.

Henri Cartier Bresson


Robert Capa-


Steve McCurry


Para obtener validación

La exposición otorga un halo de prestigio y validación para el artista que, seamos honestos, no se obtiene en las redes sociales. Y si es una retrospectiva en un Museo Nacional ni se diga: es el wet dream de más de un fotógrafo. Probablemente los únicos artistas que desdeñan estos homenajes fastuosos en los que el mundo cultural se rinde a sus pies son quienes aún no los han tenido.

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Es como el Premio Nobel: si no lo he ganado cuestiono su validez, me burlo, le doy la espalda. Pero si me lo otorgan, correré a hasta Estocolmo y extenderé mi graciosa mano para recibir el generoso cheque.

Mutatis mutandis, el museo valida al artista, se diga lo que se diga.

Próximamente: ¿Cómo se monta una exposición fotográfica? Foto Grupo Junín