Desde la perspectiva del diseño de políticas públicas, la transformación del Instituto Nacional de Cultura (INC) en el Ministerio de Cultura (MINCUL) respondió a la necesidad de fortalecer la capacidad del Estado para formular y ejecutar políticas nacionales de manera integrada. El Ministerio de Cultura, como organismo del Poder Ejecutivo con competencia exclusiva en materia cultural, supera las limitaciones del ex INC al dotarse de un marco institucional con mayor capacidad de incidencia y fiscalización en todos los niveles de gobierno. Su condición de pliego presupuestal le permite gestionar de manera autónoma los recursos destinados a la cultura, alineando la ejecución con las prioridades nacionales.
El ex INC, como órgano público descentralizado adscrito al Sector Educación, operaba con una autonomía limitada, sujeta a lineamientos sectoriales que no necesariamente respondían a una visión integral de la cultura. Su estructura fragmentada dificultaba una coordinación efectiva en la implementación de políticas nacionales.
La creación del Ministerio de Cultura mediante la Ley N° 29565 responde a un modelo de política pública basado en la centralización normativa y la descentralización operativa, permitiendo articular esfuerzos con los gobiernos regionales y locales. Este enfoque garantiza que las políticas nacionales en materia de cultura sean aplicables en todo el territorio, evitando la discrecionalidad de la gestión descentralizada del ex INC.
Además, el Ministerio de Cultura amplía su espectro de acción al incluir no solo la gestión del patrimonio cultural material e inmaterial, sino también la creación cultural contemporánea, las artes vivas, la gestión cultural e industrias culturales, y la pluralidad étnica y cultural de la Nación. Su capacidad de planificación estratégica y coordinación intersectorial le permite integrar la cultura en las políticas de desarrollo económico, educativo y social del país.
Es importante resaltar que el Ministerio de Cultura hoy ostenta una cadena funcional para la formulación, ejecución, supervisión y fiscalización de políticas públicas en materia de cultura, lo que lo sitúa en un nivel significativamente superior al del ex INC, cuyo rol se limitaba principalmente a la administración y protección del patrimonio cultural.
A pesar del salto cualitativo y cuantitativo en la evolución de estas instituciones, pocas veces se ha discutido sobre el futuro de la arqueología en el país. Esto es aún más relevante si consideramos que en la elaboración de la Política Nacional de Cultura (PNC) en 2020, no se incorporaron los aportes del gremio de arqueólogos, responsable de las intervenciones arqueológicas.
En este contexto, recientemente se promulgó el Decreto Supremo N° 004-2025-MC, que modifica el Reglamento de Intervenciones Arqueológicas, asegurando una adecuada implementación del Diagnóstico Arqueológico de Superficie (DAS). Esta modificación define explícitamente que la dirección de una intervención arqueológica debe ser asumida por un arqueólogo debidamente colegiado y habilitado, lo que refuerza el rol del arqueólogo en la gestión y protección del patrimonio cultural.
Este avance en la regulación también introduce nuevos desafíos para la arqueología nacional, particularmente en su relación con las políticas públicas de desarrollo y la garantía de estándares adecuados para la conservación del patrimonio. Estos son los temas que se abordarán en este foro, un espacio de reflexión sobre los desafíos de la arqueología peruana, su innovación, gestión e incluso su uso geopolítico.
Es esencial considerar la arqueología no solo como un campo de estudio del pasado, sino como un recurso estratégico en las relaciones internacionales y un motor de desarrollo, identidad y diplomacia cultural.
Propiciar un espacio de diálogo y construcción colectiva de ideas sobre el futuro de la arqueología peruana, identificando los principales desafíos y oportunidades de su desarrollo. A partir de este proceso participativo, buscar que las propuestas más relevantes sean incorporadas en la agenda pública, contribuyendo a la formulación de políticas estratégicas que fortalezcan su rol en la gestión del patrimonio, el desarrollo nacional y la proyección internacional del Perú.
Identificar y priorizar problemáticas clave en la gestión de la arqueología peruana y su impacto en la preservación del patrimonio cultural, el desarrollo sostenible y la identidad nacional.
Recoger y sistematizar propuestas innovadoras que puedan ser incorporadas en la agenda pública para la formulación de políticas culturales, considerando enfoques interdisciplinarios y de gobernanza participativa.
Analizar modelos internacionales de gestión arqueológica y evaluar su aplicabilidad en el contexto peruano, con miras a fortalecer el marco normativo y operativo del sector.
Fomentar el diálogo entre actores clave del ámbito académico, estatal, empresarial y de la sociedad civil, con el fin de generar consensos y alianzas estratégicas para la implementación de políticas públicas efectivas.
Explorar el potencial geopolítico y económico de la arqueología peruana, analizando su rol en la diplomacia cultural, el turismo y la cooperación internacional.
Plantear mecanismos de seguimiento y monitoreo para asegurar que las conclusiones y acuerdos del foro contribuyan efectivamente a la toma de decisiones en el ámbito gubernamental y académico.
Profesionales de la arqueología: Arqueólogos, investigadores y académicos interesados en la evolución de su profesión y en el marco normativo vigente.
Funcionarios del sector cultura y patrimonio: Especialistas del Ministerio de Cultura, gobiernos regionales y locales involucrados en la gestión del patrimonio arqueológico.
Empresarios y gestores culturales: Actores del sector privado con interés en la puesta en valor del patrimonio cultural como recurso de desarrollo.
Académicos y estudiantes: Investigadores, docentes y alumnos de arqueología, historia, antropología y otras disciplinas afines.
Tomadores de decisiones en políticas públicas: Representantes de instituciones gubernamentales y legislativas con competencias en cultura y desarrollo.
Organismos internacionales y diplomáticos: Entidades interesadas en el uso estratégico del patrimonio arqueológico en las relaciones internacionales.
El foro se desarrollará bajo un enfoque participativo y deliberativo, con el objetivo de identificar y sistematizar propuestas que puedan ser incorporadas en la agenda pública sobre la arqueología peruana. Para ello, se implementará una estrategia que permita la máxima inclusión de voces especializadas y la organización estructurada de las intervenciones.