Las comunicaciones inalámbricas se han convertido en una pieza clave para dotar de servicio a lugares donde la penetración de la infraestructura de telecomunicaciones no es rentable o donde se requiere movilidad permanente o flexibilidad de la red para adaptarse a múltiples escenarios. Además, los continuos avances de las técnicas y tecnologías inalámbricas están proyectando las nuevas tendencias y desarrollos en las telecomunicaciones y sus aplicaciones, entre ellas, el Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés), que marca fuertemente los desarrollos tecnológicos de la siguiente década.