Mk-CoRi
El rediseño del Modelo de Evaluación para Recursos Educativos Digitales Mk-CoRi se basa en tres modelos relevantes que han influido significativamente en la evaluación de recursos educativos digitales: McCall, CODA y LORI. Cada uno de estos modelos aporta diferentes dimensiones y criterios, que son fundamentales para comprender las necesidades de evaluación actuales y proponer mejoras.
El modelo CODA, proporciona un enfoque crítico sobre el diseño pedagógico de los objetos de aprendizaje. A través de este modelo se evalúa la adaptación del contenido educativo al contexto específico en el que se emplea, con un énfasis en la relevancia pedagógica y la interacción significativa entre el usuario y el recurso. CODA es valioso para garantizar que los recursos educativos digitales no solo sean técnicamente viables, sino que también ofrezcan una experiencia educativa coherente y alineada con los objetivos de aprendizaje. No obstante, este modelo tiende a dejar en segundo plano los aspectos técnicos de usabilidad y mantenimiento, que son cruciales para asegurar una experiencia de usuario satisfactoria y libre de fallos técnicos.
Por otra parte, el modelo LORI, es uno de los modelos más influyentes en la evaluación de los RED. Su enfoque se centra en la calidad pedagógica y técnica, evaluando criterios como la usabilidad, la accesibilidad, la interacción y la efectividad educativa. Este modelo permite una evaluación flexible que se adapta a diversos contextos educativos y promueve la participación de múltiples evaluadores, facilitando un análisis colaborativo. Sin embargo, una de sus limitaciones es que no profundiza en aspectos comunicacionales y de accesibilidad específicos, especialmente en relación con estudiantes con discapacidades, lo que restringe su aplicabilidad en entornos más diversos.
Por último, el Modelo McCall, ofrece una sólida estructura para evaluar la calidad técnica de los recursos digitales. Este modelo se centra en la evaluación de la efectividad de las herramientas y recursos en el contexto educativo, abarcando múltiples dimensiones para valorar su utilidad, funcionalidad y aplicabilidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje. McCall evalúa criterios como la funcionalidad, la usabilidad, eficiencia y portabilidad, el mantenimiento y la adaptabilidad. Aunque su enfoque es exclusivamente técnico, este modelo es indispensable para asegurar que los RED sean funcionales, estables y capaces de operar en diversas plataformas. Sin embargo, debido a su naturaleza técnica, no aborda dimensiones pedagógicas o comunicacionales, lo que limita su aplicabilidad en evaluaciones educativas integrales.
La creciente adopción de tecnologías digitales en la educación ha transformado la manera en que los recursos educativos son utilizados y evaluados. Sin embargo, la rapidez con la que evolucionan estas tecnologías plantea una problemática significativa para la creación de un modelo de evaluación efectivo y actualizado. Los recursos educativos digitales, que van desde plataformas interactivas, aplicaciones móviles, hasta entornos de aprendizaje virtuales, requieren una evaluación constante para asegurar que sean funcionales, accesibles y pedagógicamente efectivos. Sin embargo, los modelos tradicionales de evaluación, que se centran principalmente en criterios técnicos o pedagógicos, no son suficientes para abordar la complejidad y diversidad de los recursos actuales.
Uno de los principales desafíos es la diversidad de los recursos educativos digitales. Cada tipo de recurso, ya sea un video interactivo, un software educativo o una simulación, tiene características propias que requieren enfoques de evaluación distintos. Esto hace que un modelo único de evaluación no sea adecuado para todas las plataformas, ya que lo que es relevante para una herramienta puede no serlo para otra. Además, los modelos actuales no siempre toman en cuenta la experiencia del usuario, que varía según el contexto educativo, el nivel académico y las habilidades tecnológicas de los estudiantes.
Otro aspecto crítico es la accesibilidad. Aunque muchos recursos educativos digitales están diseñados para ser inclusivos, aún existen barreras para estudiantes con discapacidades o aquellos que no tienen acceso a tecnología avanzada. Esto resalta la necesidad de evaluar no solo la calidad del contenido, sino también su capacidad para ser utilizado por una amplia diversidad de usuarios.
De esta manera, el Modelo Mk-CoRi se plantea como una solución a estas limitaciones, ofreciendo una visión holística que permite evaluar los RED desde múltiples perspectivas, asegurando así su efectividad en el aula.
El modelo Mk-CoRi propone una serie de criterios de evaluación que abordan las principales dimensiones necesarias para realizar una evaluación integral de los RED. Estos criterios son:
Funcionalidad
Usabilidad
Accesibilidad
Impacto pedagógico
Evaluación de aprendizaje
Sostenibilidad
La evaluación se realizará mediante una escala numérica del 1 al 5, donde:
1: Deficiente
2: Regular
3: Aceptable
4: Bueno
5: Excelente
Cada uno de los criterios dentro de las dimensiones será valorado de acuerdo con esta escala, y los resultados se promediarán para obtener una puntuación global del recurso evaluado.
El modelo Mk-CoRi mantiene ser un enfoque integral y sistemático que evalúa los recursos educativos digitales desde múltiples dimensiones: pedagógicas, tecnológicas, de accesibilidad, usabilidad, seguridad, y sostenibilidad. Esta metodología asegura que los recursos sean apropiados para los estudiantes y docentes, teniendo en cuenta el contexto educativo y tecnológico. La metodología utilizada implementa las siguientes fases
Selección del Recurso: Seleccionar los recursos educativos digitales a ser evaluados, determinando en qué contexto se utilizará, como el nivel educativo y las necesidades específicas de los estudiantes.
Aplicación del instrumento: El instrumento de evaluación se utiliza para evaluar el RED, asignando puntajes a cada criterio dentro de los diferentes criterios.
Análisis: Los evaluadores analizan los puntajes obtenidos, identificando los criterios altos y bajos según la puntuación obtenida del recurso. Se realiza un análisis comparativo con otros recursos si es necesario.
Informe evaluativo: Se realiza un informe con las recomendaciones de mejora para el recurso y su aplicabilidad en el aula.
Ajustes y retroalimentación: Con base en los resultados, los creadores del recurso o los responsables de la adopción del RED pueden hacer ajustes para optimizar su funcionalidad, accesibilidad y efectividad pedagógica.