Este trabajo literario y editorial no pretende ser una antología, pues haría falta incluir varios brevicuentos de otros autores aquí, así como otros empeños editoriales. Es más bien un compendio de amigos y hacedores de la palabra, a los cuales les hemos puesto este reto creativo.
«Estro» en Lourdes Ferrufino al darnos sus giros de mujer tótem, mujer cariátide sosteniendo la noche: su noche y la de las mujeres que pueblan el hogar y la fábrica; el intelecto y la hermandad; la demanda de justicia y la presencia plena: reclamo contenido por el deseo, por la vida auténtica.
«Estro» en Ana Torres Licón al presentarnos la brisa que puebla su ser y su sensación. La filosofía de describir las cosas y lo que le provocan a su semántica de aspirar a unirse con el cosmos. Luz y ejercicio en la carta que mana vida fervorosa.
«Estro» en Denny Romero al gritar su géminis venido de cuerdas vocales que gritan a este tiempo tan estéril y vacío por la tecnología tirana; tan abandonado y confundido en la niebla como el parque donde murió Poe. Castor y Pólux, allá arriba, dan constancia de la felicidad y la tristeza, en el Dioscuros que constatan ellos y por ellos.
El «Estro» de «En este agujero interminable» de Roger Guzmán se cifra en una poética de la caída y los vacíos existenciales, una suerte de lirismo nihilista aferrado a un grito que busca –acaso, de la manera menos probable– alguna esperanza en un mundo asfixiante, putrefacto, que crea derrotas y desolación en el «yo» humano.
«Estro» en Manuel Barrera Ibarra como un juego de audacia para encontrar en los reveses más insospechados la poesía, gran señora suntuosa y desenmañada, para romperle los fastos a la ceremonia y quemar los altares de máscaras engoladas. Estro del verbo enfurecido. Estro como flor y destrucción: acto lúdico para provocar la hilaridad de la muerte.
«Estro» en Edenilson Rivera al regalarnos un giro de amor desde la galaxia cargada de surrealismo y desove en un campo ardoroso, orgánico, vertebral, de fluidos íntimos y músculos que sujetan la carga vegetal, sedienta por agua anónima, única. Planta trepadora en el homenaje a René Char y Sant John-Perse.