Jobshadowing del 27 al 31 de marzo 2023


DIARIO DE LUIS LUIS RAFAEL VILLALTA

 DPTO. DE GEOGRAFÍA E HISTORIA

                      JOBSHADOWING 

CONVITTO NAZIONALE UMBERTO I TORINO 27 AL 31 DE MARZO

CONVITTO NAZIONALE UMBERTO I: UN CENTRO CON MUCHA HISTORIA

Vista lateral del centro en Vía Bligny

Eje cronológico con la historia del centro

Entrada de la sede de Vía Bligny

Sala de Informática

Sala de audiovisuales

Salón de actos

LAS CLASES

Clase del profesor Miguel Ángel Simón

Clase vespertina de la profesora Candelaria De las Casas

EL Convitto Nazionale Umberto I es uno de los referentes educativos de la ciudad de Turín. En el siglo XIX era un internado de Educación Básica, en el que estudiaban, principalmente, hijos de militares que se trasladaban a la capital del Piamonte. También había alumnado con menos recursos que recibía becas para estudiar en este centro.

El edificio principal del Convitto Nazionale Umberto I fue destruido durante la II Guerra Mundial, que tuvo que reconstruirse durante la década de los 60. En la actualidad, el centro cuenta con dos edificios; este original en Via Bligny y otro edificio más moderno en Vía Bertola. Su oferta educativa incluye Primaria, Secundaria de Primer Grado y Liceo, teniendo en cuenta además que un porcentaje del alumnado se encuentra en régimen de internado.

Desde 1996, el centro logra la distinción de Internado Europeo al poner en marcha un Liceo Clásico Europeo, que en la actualidad se imparte en inglés y alemán. Cuenta también un doble título en francés y desde 2006 se imparte un Liceo Científico Internacional con secciones en chino y español.

Las clases comienzan a las 8 de la mañana y los estudiantes están hasta las 17 o las 18 horas (esa última hora es optativa). El horario incluye comedor y dos días de clases vespertinas entre las 15:30 y las 17 horas. El resto de días, por la tarde, pueden marcharse antes a casa si los padres quieren, si no, pueden aprovechar ese tiempo para hacer deberes.

En la sección de española del Liceo Científico Internacional están acogidos a un proyecto de innovación educativa (Scuola Capofila) que, entre otros aspectos, plantea un diseño más flexible del horario lectivo, ya que el Ministerio de Educación les concede un 20% de flexibilidad horaria. En este caso, el diseño incluye clases divididas en tramos de 45 minutos; en algunas ocasiones una clase de una materia se imparte en un único tramo de 45 minutos, y en otras se juntan dos tramos seguidos para formar un bloque de 1 hora y media. En cualquier caso, hay un desfase horario con los 60 minutos por tramo que debería impartir el profesorado. Con ese tiempo “sobrante”, se forman bolsas de horas que cada profesor/a emplea en actividades complementarias con el alumnado: visitas a museos, clases de teatro en español…

La mayor parte de la estancia en este Job Shadowing estuvo centrada en acompañar y ver las clases de dos profesores de la sección española: Carmen León y Miguel Ángel Simón. Además, asistimos a una clase vespertina de la profesora Candelaria De las Casas. 

Resultó muy enriquecedor y estimulante conocer de primera mano el trabajo de compañeros que, en un país extranjero, imparten temario muy similar al que tenemos aquí. En concreto, estuve asistiendo a clases de 5º Curso (Historia de España), 4º Curso (Historia de España e Historia del Mundo Contemporáneo), 3º Curso (Historia de la Edad Media y Moderna) y 2º Curso (Geografía de España). Todas esas clases eran impartidas en español; en los niveles superiores el alumnado las seguía sin problemas, mientras que en los inferiores, lógicamente, el profesorado debía recurrir en algunas ocasiones a aclaraciones en italiano.

En general, se puede decir que las dinámicas de las clases fueron similares a las que podemos ver en nuestro centro. En este sentido, la coincidencia de materias y temarios en la mayoría de los casos fomentaba esa similitud; de hecho, en su curso superior, el profesor Simón (5º Curso, uno por encima de 2º de Bachillerato pues en Italia hay un curso más), nos invitó a impartir una clase sobre la II República española, una experiencia que resultó muy positiva. 

Pese a esta similitudes, también encontramos, obviamente, algunas diferencias significativas. De entrada, llama la atención la ratio: en todas las clases que asistimos el número de alumnado oscilaba entre 15 y 22, muy por debajo de lo habitual en los centros andaluces. Esto, junto a otras variables que señalaremos a continuación, ayudaba a un clima de clase bastante relajado, con poco ruido, sin apenas interrupciones. Esto resultaba aún más llamativo puesto que el modelo de clase seguido priorizaba sobre todo las explicaciones del profesor; con un clima agradable, en el que se daba bastante margen para las preguntas de los estudiantes, con algunos puntos de partida muy interesantes (nos gustó mucho una clase de historia medieval en la que se explicaba la sociedad a través de una pintura mural) pero en ninguna de la clases en que estuvimos el formato se alejó del modelo puramente explicativo del profesor; no vimos variedad de agrupaciones ni ejercicios y actividades que se realizaran en clase, por ejemplo. Sin embargo, la sensación es que las clases funcionaban, que el alumnado, al menos el interesado, podía seguir las clases con atención y que su aprendizaje iba resultado adecuado. 

Impartiendo clase en 5º Curso

REFLEXIONES Y APRENDIZAJES

En este sentido, uno de los aprendizajes más interesantes y que más nos ha hecho reflexionar tras este job shadowing ha estado relacionado con la flexibilidad y la forma que manejamos las clases. La sensación, tras una semana en el Convitto Nazionale Umberto I, es que el clima que se respira en ese centro es bastante más relajado que el de cualquier centro de Secundaria andaluz que uno haya pisado. Entendemos que es difícil realizar un análisis profundo y riguroso con sólo una semana de estancia en este centro y sin tener un completo panorama de otras mucha variables (situación socioeconómica del alumnado, percepción de la educación en Italia…) que pueden influir en el comportamiento general y el clima de convivencia que se respira en un centro educativo, pero la sensación que nos quedó es que esta convivencia era más sencilla en el centro turinés y que la actividad y actitud de los docentes era también mucho más relajada. El alumnado salía y entraba con normalidad de clase, a veces estaban claramente despistados pero no molestaban ni el profesorado le llamaba la atención por su desconexión; los periodos entre clase y clase eran relajados, los estudiantes salían al pasillo y consultaban sus móviles; las clases tardaban en iniciarse, varios estudiantes acudían a los profesores para consultar dudas o comentarles cuestiones personales sin que en el resto de la clase hubiera acciones disruptivas mientras tanto… Y la percepción que uno tenía al ver todo esto es que el sistema funcionaba, que el profesorado se dedicaba a enseñar y no a perder parte de su tiempo poniendo orden, y que el alumnado se sentía más cómodo y relajado, sin necesidad de llamar la atención con interrupciones constantes.

No podemos establecer la relación entre estos elementos, dictaminar cuál podría ser causa y cuál consecuencia, pero la intuición que traemos de esta visita es que quizás en Andalucía nos estamos empeñando en “matar moscas a cañonazos”, que cada deterioro del clima de convivencia en el centro intentamos solucionarlo con más normas y mayor rigidez. Y quizás esa respuesta esté siendo contraproducente.

Aparte de eso, hay otros aspectos vistos en el Convitto Nazionale Umberto I que nos parecen muy positivos: la dotación de equipamiento y aulas, la flexibilidad horaria y las sesiones vespertinas (que, por lo que vimos estaban bien enfocadas, con contenidos algo más “ligeros”), la cantidad de ordenanzas que había (que facilitaban mucho la labor del profesorado… En cualquier caso, estas últimas opciones las vemos más complicadas de implantar en nuestros centros.

Como reflexión final, pensamos que una actividad como este job shadowing es enormemente enriquecedora; te coloca en el espejo, a través de compañeros de otros lugares, conoces realidades distintas, con aspectos comunes y otros muy diferentes. Y todo ello te empuja a ver con nuevos ojos tu propio trabajo, reflexionando sobre lo que funciona o no, y pudiendo intuir posibles mejoras para el futuro.

Zona de descanso para el alumnado

Otra zona de descanso y relax para los estudiantes