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Artículos

Dar información a la cartomántica ¿Sí o no?


En una consulta de tarot la consultante puede optar entre dos posibilidades: hacer la pregunta al oráculo sobre aquello que la inquieta, sin dar información alguna al cartomántico sobre la duda o problema que la trae a la consulta, o bien, poner al día con más o menos detalle al lector de cartas sobre el asunto que le preocupa, junto con la pregunta correspondiente.

Si tenemos en cuenta que la cartomántica es la medium o la que hace de mediadora entre los naipes y la consultante, su labor será la de comunicar el mensaje del oráculo a quien consulta y a esta última se la denominará profeta, es decir, le corresponde dar sentido al mensaje recibido y darle la correspondiente aplicación.

Por lo tanto, si la consultante opta por lo primero deberá saber extraer la esencia del mensaje y aplicarla a su situación, problema o dilema. No debería pedir o exigir detalles, si no conformarse con una respuesta escueta y quizá críptica y sólo con ello saber extraer la solución a su interrogante. En este caso le corresponde la tarea de interpretación y aplicación de la respuesta recibida.

En este caso la vidente habrá dado respuesta y solución a un inconveniente o problema sin ni siquiera saber de que se trata el asunto planteado y por otro lado la consultante habrá recibido la solución a su problema sin haber tenido que dar cuenta a la vidente de su situación.

Si opta por lo segundo el tarotista le entregará la respuesta que habrá proporcionado las cartas u oráculo a la consultante y además lo traducirá para aplicarlo como salida o solución al desafio planteado por la misma. En este caso la pitonisa hace de medium y de profeta a la vez. La que pide consejo estará en la posición cómoda de recibir la respuesta de los naipes, su sentido y su posible aplicación.

Las dos modalidades son válidas. La primera alternativa da más labor a la persona que consulta pero brinda más secreto y discreción y la segunda es más cómoda para quien pregunta ya que recibe el oráculo, su significado y aplicación pero le resta privacidad en su asunto. ¿Qué modalidad eliges?

Marc de la Osa

No me ha acertado nada


Las situaciones suelen ser relativas. Dependerá del lado desde el cual se observe el asunto o «a través cristal con que se mire». Incluso la persona o grupo que, en principio, no deberían tener razón alguna, bajo su forma errónea -o no- de pensar, creen, a través el cristal de su lupa, poseer toda la verdad o al menos parte importante de ella.

El tarot cuando analiza una situación lo hace de suerte neutra, respetando y dando espacio a todas las opiniones o puntos de vista posibles.

En una consulta sobre una relación amorosa, el tarot describe la situación sin dar ni quitar la razón a ninguna de las partes. Dibuja la situación actual, hacia donde se dirige el vínculo y da una receta o soluciones para conseguir la negociación y el entendimiento entre las partes.

Cuando voy a una consulta de tarot, lo hago con una opinión fija y concreta sobre el asunto que quiero preguntar, fruto del lado de mi visión particular del caso. Esta visión esta formada por palabras y frases concretas que han formado una trama en mi mente a partir de mi reflexión sobre el tema en cuestión.

Cuando el tarot habla y entiendo que no me está dando la razón, sino que desarrolla el tema de manera neutra, dando espacios a las diversas opiniones y además no está utilizando las mismas y precisas frases y palabras que llevo en mi mente, pienso que el tarot está equivocado, que no está acertando nada. Que he perdido mi tiempo y mi dinero. Que estoy siendo estafado. En este error caemos muchas personas que desconocemos de lo que realmente se trata el tarot. Mi labor, como consultante, será olvidar la fraseología que llevo en la mente y los prejuicios sobre el caso que me trae, para después aplicar lo que dice el tarot a la situación que planteo de la manera más sincera posible.

El tarot analiza la situación presente del caso que se está tratando, teniendo en cuenta el pasado del mismo. Con todo ello anticipa lo que puede suceder en el futuro. Hacia donde se dirige, que fluir lleva. Este futuro no será algo fijo e inmutable, estará condicionado a nuestras actuaciones presentes. Si lo que anticipa el tarot nos agrada, deberemos seguir los consejos que nos dan las mismas cartas para alcanzarlo. Si el futuro anticipado no nos agrada, deberemos seguir los consejos para evitarlo o por lo menos suavizarlo.

El tarot no está para juzgar ni dar ni quitar razón. Está para poner luz a las situaciones y encontrar soluciones y salidas pacíficas a los casos que se le proponen. Por otro lado el cartomántico es el medium. El que media entre el tarot y el consultante, el traductor. No adivina, no aconseja, no es el oráculo... tan solo pone voz a los naipes.

Marc de la Osa


Mi visión particular del tarot


Oriento mi tarot a modo de herramienta analítica más que predictiva. Me podría calificar de coach mediante el tarot. La interpretación que yo mismo hago de las tiradas de tarot abre una senda hacia tu propia mente, lo cual puede iluminar aspectos, de diversa índole, que están actuando en lo profundo de ti misma y como todo ello influye en tu día a día y en las interacciones con otras personas.

Plateo mis lecturas de los naipes con la atención puesta en el núcleo del problema o de la contrariedad anunciada por la consultante, dando protagonismo a la clarividencia y a la intuición, con el objetivo de adivinar que podría suceder de seguir en el camino actual, o que sucedería si cambiaras de vía o estrategia. Con ello se pretende mejorar los procedimientos y optimizar los resultados.

Mis lecturas aportan un diagnóstico claro de los problemas que inmovilizan tu vida, interpretando la estructura del problema planteado y como actúa este en tu mente, tanto consciente como inconsciente, y de esta manera encontrar la mejor salida o solución posible al bloqueo que estás sometida. Entendiendo a la par que el destino no es un patrón fijo si no cambiante, enfocándose en el aquí y ahora, a sabiendas que lo plantado hoy será lo que recolectarás mañana.

Marc de la Osa.

Cartomancia o mediumdidad


Un cartomántico no es necesariamente un médium. El tarotista puede obtener información o saber acerca los espíritus descarnados mediante otros senderos que no son la invocación de las almas.

Estudiando el contenido de los naipes del tarot: símbolos, metáforas, colores, letras, signos... y ayudado del inconsciente personal y colectivo es como el cartomántico puede responder a preguntas sobre personas que están en otros planos o niveles de energía diferentes. El cartomántico no invoca espíritus cómo lo puede intentar un médium en una sesión de espiritismo. Si no que, a través de las cartas del tarot, es que se dispara en la mente del tarotista el posible estado de un espíritu descarnado. También, qué podría estar pensando este sobre un tema o de una situación. Qué nos podría aconsejar sobre un asunto dado, entre otras muchas cuestiones que se pueden plantear sobre un alma situada en otro plano y su relación con el consultante.

El cartomántico, como ya se ha dicho, no invoca ningún espíritu o alma, sí, a través del manejo de los símbolos, números, figuras, colores... que contienen las cartas del tarot, se dispara su intuición y se acelera su clarivicencia , de manera que todo ello dibuja en su mente la información que demanda la consulta.

Estudio, intuición, clarividencia: la clave del cartomántico.

Marc de la Osa.


El destino es obra tuya

No debes utilizar el tarot, tan solo, como un oráculo el cual te va a informar de lo que te trae o lo que te espera en el futuro, más bien lo deberías emplear como consejero: que debes hacer, que debes omitir, que te puede perjudicar, que te puede ayudar... con ello estás preparando y creando tu futuro de manera óptima. Lo que plantas ahora será lo que recogerás el día de mañana.

Es cierto que el tarot te puede iluminar el resultado futuro de un asunto dado teniendo en cuenta lo que sucedió en el pasado y lo que se está haciendo en el presente. Si modificas lo que estás haciendo ahora y solucionas algún posible error del pasado podrás modificar el futuro. Hacerlo agradable, beneficioso, a tu deseo.

En resumen el «destino» no es sólo fruto del azar sino que tú lo puedes moldear o al menos luchar por ello sin bajar los brazos.

Marc de la Osa.