El aborto recurrente es la pérdida de dos o más embarazos antes de la semana 20.
Existen diversas causas por lo cual esto ocurre, pero las comprobadas son: las genéticas, las malformaciones uterinas y el sindrome anti fosolipídico.
Las genéticas son las más frecuentes y la mayoria de las veces es por un problema genético del embrión con papás sin problemas genéticos. En un pequeño porcentaje, puede haber una alteración genética de los padres.
El sindrome antifosfolipídico es una enfermedad autoinmune, son tendencia a la coagulación y formación de trombos, que es este caso, al presentarse en la futura placenta pueden alterar la implantación y nutrición del embrión.
Las malformaciones uterinas son diversas y se conoce que el útero que tiene un tabique un su interior hace que el útero sea más rigido y no tan apto para la implantación. Otras malformaciones que predisponen a los abortos a repetición son la incompetencia itsmico cervical (el cuello del útero no se mantiene cerrado y se abre a medida que el feto crece) y los úteros dobles o con un cuerpo más chico (unicorne) que se son cada vez más elásticos con los sucesivos embarazos.
Afortunadamente, para estas tres entidades existen métodos diagnósticos y formas de tratarlas.
Otras causas como inmunológicas, hormonales, hematológicas son discutidas y deberíasn estudiarse en trabajos de investigación.
Existe una entidad que hoy se denomina falla de implantación cuya causa más sospechada es la alteración genética del embrión. La forma de mejorar las chances es aumentando la cantidad de intentos de tratamientos o cambiando la gameta que aporta más a la calidad del embrión, que es el óvulo.