¿Existe un patrón de subjetividad común entre los participantes?
De ser así, ¿cuáles son sus características?
De acuerdo con las dinámicas realizadas, se puede colegir que el patrón de subjetividad común entre los participantes estriba en el deseo natural de conocer el futuro (principalmente en las áreas de vida acostumbradas: salud, dinero y amor) y que dicho futuro esté muy relacionado con el complejo y controvertido concepto de “felicidad”. Si se quiere, necesitamos conocer el futuro y además que ese futuro sea próspero en la mayoría de sentidos para cada uno de nosotros.
¿Existen arquetipos recurrentes con los cuales se identifican los miembros del grupo?
¿Cuáles?
Con base en los 12 arquetipos generales propuestos por Carl Jung, el arquetipo que más predominó, sin por ello generalizar o sugerir que fue ampliamente recurrente, fue el del sabio. La razón puede ser que, a pesar de las muchas preguntas que uno pueda tener sobre su propia vida, la mayoría de los participantes del grupo se encontraban en una situación de búsqueda y conocimiento de sí mismos, independientemente de si su mayor inconveniente era la condición de desempleo u otra referida a sus demás ámbitos o áreas específicas de vida. Y como se sabe, el análisis y la reflexión, aunados a la experiencia, hacen de este arquetipo un modelo propicio para encajar en él.
¿La propuesta de universalizar las preguntas propició una actitud más creativa?
¿Hubo un cambio de perspectiva desde el interrogante inicial hasta el interrogante final?
Arquetipos formulados por Carl Jung, como el explorador, el sanador o incluso el cuidador, con el paso del taller, también llegaron a ser recurrentes. ¿La razón? Quizás, en el caso del explorador, un deseo o anhelo por conocer cosas nuevas: si se quiere, nuevas rutas de viaje… Resulta extraño, no obstante, que a pesar de la multiplicidad de las preguntas sobre sí mismos, los participantes desearan conocer cosas nuevas, en el entendido que no se tenía conocimiento pleno u óptimo sobre las experiencias vividas (ya pasadas), pero se quería conocer otras tantas experiencias de vida nuevas o por vivir (que precisamente es a lo que alude este arquetipo del explorador). Por consiguiente, es, a todas luces, como pretender abordar un proceso sin haber concluido otro. Asimismo, en el caso del sanador o incluso del cuidador, implica “arreglar” algo que está “dañado”, bien en términos corporales o bien en términos emocionales. Y obvio, ya sea de sí mismo o de otra persona. De ahí que la propuesta de universalizar las preguntas, en efecto propició una actitud más creativa y propositiva por parte del grupo, y que, con razón, se haya experimentado un cambio de perspectiva desde el interrogante inicial hasta el interrogante final. Si bien en el fondo subyacen las mismas variables de cosmovisión y análisis personal, se evidenció una transición positiva para darle más forma y unidad a la valoración personal de sí mismos.
¿Cuáles fueron las principales dificultades en la creación de interrogantes significativos?
El acto de formular una pregunta es proporcional al acto de brindar una respuesta. Por supuesto, entre más compleja sea la pregunta, más compleja e intrincada será su respuesta. En tal virtud, los interrogantes significativos, siempre estarán mediados, por lo general, por un grado de dificultad mayor. Se entiende que, si algo es importante para mí, el correspondiente nivel de depuración en relación con ese algo, será muy superior, a si no mediara ese nivel de relevancia. Por lo tanto, las principales dificultades a este respecto, se evidencian, precisamente, en el grado de importancia que tengan para mí. De este modo, entre dichas dificultades podemos citar la duda, el miedo, la incertidumbre, el espectro o la magnitud, y la metodología, sin lugar a dudas. Por decirlo de alguna manera, todo referido a la certeza o, mejor, al grado de certidumbre que se desea alcanzar como respuesta. Y entre más holgada sea la pregunta, más holgada y compleja será su respuesta. Además, de manera subjetiva, podemos afirmar que, en algunos casos, lo que más nos importa, en principio, es de lo que menos sabemos o tenemos conocimiento (no formal, sino experimental).
¿Cuál fue la actitud de los participantes durante la consulta a los oráculos, visible en sus gestos, posturas y palabras?
¿Hubo sinergias y/o distancias en la creación grupal?
En la consulta de los oráculos, por parte de los participantes en el proyecto, se evidenció una actitud expectante. Es decir, la curiosidad acentuada se tomó por completo el escenario. Además de esto, por más que se insistió que no eran oráculos esotéricos sino de vida y reflexión (para conocerse mejor a sí mismos), fue inevitable el componente misterioso y mágico: esotérico. Si bien, con textos que en principio sugerían algún aprendizaje de vida, lo cierto fue que todos o prácticamente todos los asistentes emplearon estos oráculos como medios adivinatorios. En realidad, es tan baja nuestra autoestima y conocimiento de nosotros mismos, que necesitamos que una carta de tarot o de lo que sea, nos transmita algo o mucho sobre nuestro futuro y que ese algo, por supuesto, sea conveniente, en todo sentido, para nosotros. Esto es, que esté permeado por el bienestar, la tranquilidad y la abundancia en un alto grado. De otro modo, no nos sirve o no lo tenemos en cuenta. Solamente oímos lo que queremos escuchar. La sinergia del grupo, por consiguiente, fue elevada pero mal enfocada.
¿Los participantes lograron expresar su subjetividad a través de los aforismos y los haikus? ¿Cómo?
En relación con los aforismos y los haikus, los participantes expresaron, más que su subjetividad, su objetividad de manera metafórica o indirecta. Si bien no es lenguaje claro y explícito en muchos casos, principalmente en lo relacionado con los haikus, lo cierto fue que los usuarios del proyecto manifestaron pensamientos lógicos (sobre todo en relación con los aforismos), los cuales se tradujeron en composiciones inspiradas en la experiencia de vida, a nivel de sentencias breves y poemas sintéticos. De hecho, abordaron hasta cierto punto la filosofía de la brevedad, tan característica en algunos grandes pensadores como Séneca. El proceso creativo continúo aflorando de manera importante. Ya no solo era todo el simbolismo acuñado en los oráculos, sino también el manifestado por medio de estas variables literarias: aforismos y haikus. Otra forma de expresión, otra manera de abstracción, en fin, otra metodología para conocerse a sí mismos.
¿Los participantes lograron expresar su subjetividad a través de los símbolos e imágenes? ¿Cómo?
A diferencia de los aforismos y haikus reseñados, en este caso de los símbolos e imágenes, sí se logró expresar en un grado significativo el componente subjetivo del grupo. Obviamente, por su mismo nivel de abstracción, que se entiende es mayor que el de las palabras, los símbolos e imágenes que fueron concebidas y creadas por los participantes, revelaban algo de esa “materia oscura” que habita y dormita en todo ser humano. De algún modo, a nivel artístico, fue un tipo especial de psicoanálisis en el que esa “máscara” que todos sin excepción tenemos en mayor o menor magnitud, se fue desplazando hacia el interior de la persona: hacia su verdadera realidad. Fue otra manera de confrontarse consigo mismos, pero ahora en el ámbito de las formas y figuras, por sí subjetivas. Y todo esto, desde un simple corazón hasta un símbolo o imagen como el de “la paz y amor” de los 60’s. Todo un cúmulo de sensaciones, sentimientos y valoraciones individuales que proyectan y desnudan algo más de nuestra propia realidad.
¿Los participantes lograron expresar su subjetividad a través de los productos elaborados? ¿Cómo?
Sí… Y lo hicieron magistralmente. En los oráculos personales que fueron diseñados de principio a fin por los participantes en el proyecto, se evidenció con lujo de detalles todo lo aprendido por ellos y, por decirlo de alguna manera, también se manifestó toda esa lava que yacía en su volcán interior. Se exhibieron verdaderas muestras artísticas con un ingrediente fuertemente simbólico, desde la misma concreción material de cada oráculo, hasta su respectiva interpretación. Fue genial… Aparte de constituir dinámicas muy atrayentes y en todo singulares, el resultado aunó expectativa y sugerencia: el caldo de cultivo propicio para cualquier obra de arte que pretenda tener éxito. El interés por saber qué decía cada oráculo personal fue inigualable. Un trabajo atestado de creatividad y de figuras de todo orden, con un mensaje claro sobre la vida individual y colectiva de los participantes.
¿Los oráculos elaborados mostraron una recomposición en la idea del desempleo, del ocio y del futuro? ¿Cómo?
En el desarrollo de todo este proceso, se manifestó, en efecto, todo lo relacionado con esta pregunta. Por ejemplo, se pudo palpar que todos los trabajos finales elaborados, referidos a los oráculos personales diseñados, estaban íntimamente permeados por el oficio en particular de cada participante. De este modo, se evidenciaron trabajos ecológicos como el relacionado con algunos árboles y especies naturales de Colombia, trabajos emocionales como el relacionado con el sentir propio de la persona que acudía al oráculo respectivo y hasta lingüísticos como en el caso del oráculo personal que empleó figuras literarias de diversa índole para enviar un mensaje en particular sobre esta realidad metodológica. Es decir, el primero fue elaborado por un ingeniero forestal, el segundo por una diseñadora gráfica y el tercero por una docente del lenguaje. En este sentido, los oráculos sí evidenciaron una recomposición en las ideas del desempleo, el ocio y el futuro. Aunque en algunos casos se observó un mejor despliegue de conocimiento sobre la situación actual, en todos los casos se evidenciaron hallazgos muy interesantes y dignos de ser tratados en profundidad por parte de los respectivos implicados.
¿El proceso permitió que se creara una nueva perspectiva de sí mismo y de su vínculo con el trabajo? ¿De qué manera la elaboración de los oráculos contribuyó a esto?
Si bien el proyecto fue pensado para personas en condición de desempleo, vale decir que, siguiendo esos mismos derroteros del proyecto, se concibió la gran posibilidad de que este no se subordinara solamente al ámbito laboral favorable o desfavorable de los participantes, sino también a las demás áreas de vida de los usuarios. La razón es muy simple y compleja a la vez, y se puede explicar por medio de un ejemplo. Si mi problema no radica en mis capacidades laborales de orden técnico y profesional, sino más bien en la ira y rabia que me produce trabajar en equipo, podríamos decir que mi problema de desempleo, en este caso hipotético, está más asociado con un obstáculo de índole personal que con un obstáculo de carácter formativo y educacional. En otras palabras, la apuesta hecha por el equipo de trabajo, acerca de explorar no solo el aspecto riguroso y limitante del desempleo como tal, sino de abordar conjuntamente los demás ámbitos de vida de los participantes, nos permitió descubrir nuevas variables sobre las causas del desempleo en ellos mismos. Inclusive, vale agregar que, aunque algunos participantes en efecto estaban en condición de desempleo, sus mismos intereses se volcaron hacia otras áreas de la vida como la salud o el amor, en virtud de los oráculos personales elaborados.