La crisis del COVID-19

Diferentes realidades para los sectores vulnerables y no tan vulnerables del país, pero todas apuntando a una sola dirección: “Crisis”.

Óscar Gres
4 de mayo 2020.

Sin lugar a dudas vivimos una época sin precedente, desde la falta de insumos para el sector salud; o la estimación que indica que para este año se tendrá una baja del PIB en al menos 5 puntos porcentuales; y la mas reciente perdida de valor en los precios del petróleo, hasta en un -2.33 usd por barril, situación de carácter mundial y responsable de los instrumentos financieros futuros que respaldaban el petróleo.

Una crisis que ha paralizado a todo el mundo incluida la “4T” y que, sin embargo, ha beneficiado al planeta en términos ecológicos. Cabe señalar que a raíz del “quédate en casa” se ha detenido la demanda y con ella el consumo, lo que repercute en los precios, los salarios, y en la oferta misma. Es decir, si las industrias no producen debido a la actividad económica paralizada, no demandaran el denominado oro negro prevaleciendo las malas expectativas y la incertidumbre.

Todo parece indicar que estamos apenas viendo el inicio de una crisis global que durará un largo periodo, lo que traerá grandes incógnitas en términos económicos, por ejemplo, ¿tendremos aun que depender tanto del petróleo? ¿los trabajos volverán a ser los mismos? ¿se abrirá nuevas aperturas para dejar el petróleo como una de las principales fuentes de crecimiento en las naciones? Esta situación nos invita a reflexionar, siendo que las reglas del juego han cambiado y hay que adaptarse a los nuevos patrones de crecimiento.