Somos igual de pobres que hace 10 años

Este lunes 5 de agosto, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) publicó sus resultados de la medición de la pobreza para el periodo 2008-2018. Aunque el porcentaje de la población en situación de pobreza para dicho periodo haya disminuido un magro 2.5%, destaca la baja dinámica que han mostrado los indicadores de carencia social y el estancamiento del porcentaje de población con ingresos menores a la línea de bienestar, es decir, cuyo ingreso no alcanza para adquirir la canasta alimentaria. Los grupos sociales vulnerables y la región sur mostraron los peores resultados.

De acuerdo con el Coneval, en el 2008 habían 49.5 millones de mexicanos que vivían en situación de pobreza, 44.4% de la población total. Diez años después, para 2018 el número de personas en esta condición ascendió a 52.4 millones, mientras que en términos relativos disminuyó a 41.9%. Es decir, el porcentaje de mexicanos en pobreza disminuyó 2.5 puntos porcentuales en los últimos diez años, lo que significa que de 2008 a 2018 hubo una magra reducción anual promedio de la pobreza de .25%.

Esta contradicción entre un aumento en el número de personas y una reducción en términos relativos respecto al total de la población se debe a que en los últimos 10 años la población total ha aumentado de 111 a 125 millones de personas.

Para el caso de pobreza extrema, el número de personas de esta condición pasó de 12.3 a 9.3 millones entre 2008 y 2018 mientras que como porcentaje del total pasó de 11.0 a 7.4%.

Esta variación minúscula de la pobreza atiende a un estancamiento en la economía nacional que no ha podido dinamizar favorablemente la economía de los hogares mexicanos, mucho menos distribuir los magros avances.

La evolución de la pobreza que midió el Coneval se calculó con la metodología multidimensional de la pobreza, esta se basa en medir seis carencias sociales: rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación, así como la suficiencia de su ingreso frente a la línea de bienestar.

Según explico el Dr. José Nabor, secretario ejecutivo del consejo, una persona pobre es aquella que tiene al menos una carencia social y un ingreso insuficiente para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias, mientras que para que sea considerada en pobreza extrema debe tener 3 o más carencias y percibir un ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo.

Indicadores de Carencia Social

De 2008 a 2018 se observó un mejoramiento en los indicadores de carencias sociales a nivel nacional y en la mayoria de las entidades federativas, sin embargo exceptuando el Acceso a los Servicios de Salud y a la Seguridad Social, el porcentaje de la población que carece de todos los indicadores sociales se ha mantenido en el mismo intervalo (11% - 21%). La variación anual promedio de los referidos ha sido apenas del -0.3% aproximadamente.

La mejor variación del conglomerado la tuvo el indicador de Carencia de Acceso a los Servicios de Salud, cuyo porcentaje se redujo en 22.2%. Su trayectoria puede dividirse en dos etapas muy contrastantes: -20% de 2008-14 (producto principalmente del aumento de cobertura del Seguro Popular) y -2% de 2014-18. Esto preocupa terriblemente, es muy importante recuperar el dinamismo favorable que tuvo en la primera mitad del periodo. Más aun garantizar que estos servicios de la salud sean efectivos y de calidad.

Respecto a la carencia por acceso a la seguridad social, el porcentaje respecto a la población total pasó de 72.5 a 71.7 millones en los últimos diez años. Estás cifras son sumamente altas y graves, urge una reforma al sistema de seguridad social ante los magros avances que se han obtenido.

Línea de Bienestar

En porcentaje, la población con un ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos pasó de 49.0% a 48.8% entre 2008 y 2018. El número de personas con un ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos pasó de 54.7 a 61.1 millones.

Para el caso de la población con ingreso inferior a la línea de pobreza extrema, en 2008 fue de 16.8%, mismo nivel que se observó en 2018, mientras que el número de personas en esta condición pasó de 18.7 a 21 millones de mexicanos.