IMSS: Bienestar Para Toda La Vida: propuesta en materia de salud del Gobierno Federal.

En México, pese a que la protección de la salud es un derecho constitucional, el Sistema de Salud se encuentra fragmentado y es incapaz de resolver las necesidades de su población. Las fallas de diseño y la mala asignación de recursos cuestan años de vida y salud perdidos.

Azael J. Mateo Mendoza
03 de febrero del 2019

La salud resulta clave para el desarrollo de las personas, brinda a cada individuo oportunidades de vida y autonomía, cimientos elementales para su libertad, no obstante, en México pese a que la protección de la salud es un derecho constitucional, el Sistema de Salud se encuentra fragmentado y es incapaz de resolver las necesidades de su población. El bajo nivel de cobertura, las fallas de diseño y la mala asignación de recursos cuestan años de vida y salud perdidos (sobre todo para la infancia).

Ante esta problemática, el pasado 3 de Enero de este año el presidente Andrés Manuel López Obrador y el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Germán Martínez, presentaron el programa IMSS 2018-2024: Bienestar para toda la vida, propuesta en materia de salud del gobierno federal. “Hacer frente a las necesidades de salud de la población, hasta el límite de sus capacidades laborales y financieras, sin escatimar ni burocratizar esfuerzos”, fue la promesa que hizo el presidente durante el evento, donde también se inauguraron las nuevas oficinas del instituto en Morelia, Michoacán.

Es importante destacar de este programa varios aspectos:

Primero, el gran interés que muestra por impulsar la salud gratuita y universal para todos los mexicanos, cuya estrategia hará énfasis en el acceso efectivo a la atención primaria durante todo el ciclo de vida para y disminuirá las brechas de salud existentes. Esto significa eliminar barreras que limitan el acceso y la calidad de la atención médica. Por medio de mecanismos como el reconocimiento del derecho laboral a los trabajadores del hogar y el fortalecimiento de los derechos de los trabajadores del campo, se busca ampliar la cobertura e integrar a los sectores de la población que se han mantenido excluidos durante mucho tiempo.

Segundo, la intención de administrar con eficacia sus recursos y erradicar la corrupción y los privilegios que han mermado la óptima operación del sistema. Buscar la eficiencia del gasto podría dirigir una parte de estos recursos a la cuota social y así impulsar el acceso a los servicios de salud, personales y no personales, sin la carga financiera que actualmente acarrean para los mexicanos. Esto sin dejar de reconocer su composición tripartita (obrero, patronal, social). Además, se plantea como objetivo primordial el análisis directivo para el uso racional de los recursos (en especial de los medicamentos) y del desarrollo de competencias gerenciales del personal directivo y operativo en aras de lograr una mayor eficiencia de los recursos. Siguiendo esta línea, destaca el tema de la innovación tecnológica, donde se tiene la idea de mejorar el acceso de los individuos a los servicios de salud por medio de plataformas digitales. Esto facilitará muchos trámites y ahorrará gastos operativos, mejorando la relación precio-calidad.

Tercero, la intención de consolidar la atención, cobertura y calidad del IMSS donde se priorice al individuo y su bienestar, durante todo el ciclo de vida. Este objetivo se pretende alcanzar con una mayor intervención a través de acciones y programas, no solo dentro del sistema de salud, sino también en cuanto a los determinantes sociales de la desigualdad de oportunidades. El Estado asume su responsabilidad pública, económica y social, reconociendo el entorno y la nueva demanda en materia de salud, y reacciona al respecto a través de programas intersectoriales.

Cuarto, el pleno reconocimiento a la transición epidemiológica, así como de los factores de riesgo y los retos que presenta la población. Reconocer los cambios en el entorno y la demanda de la población resulta necesario para la correcta planificación de programas saludables. Al mismo tiempo, la adecuada integración de mecanismos de evaluación en el corto y largo plazo garantizan un Sistema de Salud actualizado y listo para atender eficazmente cualquier necesidad.

Por otro lado, además del problema que supone la discrecionalidad que acompaña a este programa, hay muchos elementos que se ignoran y que se consideran primordiales para avanzar a un Sistema Nacional de Salud Universal. Algunos son: la individualización del financiamiento acompañada de un registro único, la urgencia de una reforma fiscal que incremente el presupuesto en salud, una recomposición de financiamiento, programas que den continuidad a los mecanismos que se modifiquen en materia de salud para tener una evolución y estudio de cada uno en aras de buscar la eficiencia, un esquema de funciones que especifique cuales son de carácter federal y cuáles de carácter estatal, una política activa que desarrolle la innovación científica y tecnológica del sistema de salud, y la separación de las funciones de rectoría del sistema, financiamiento y prestación de servicios.

Otro asunto sumamente preocupante es el déficit en infraestructura y recursos humanos. Este tema toma relevancia cuando se considera el gran número de trabajadores que tiene el país y que el instituto pretende asegurar. Sin los inmuebles y el personal necesario que garantice una atención adecuada, el plan está destinado a fracasar y ahondar los problemas.

La amplia desigualdad de oportunidad de servicios y programas en cuanto a la condición laboral, el nivel de ingresos y la entidad federativa en que se sitúen los trabajadores, ha generado una serie de heterogeneidades que se reflejan en la calidad de servicios y programas a los que tiene acceso cada individuo. Es por esto que se busca la promoción de la movilidad social a partir de una igualdad de oportunidades, por lo que es elemental brindar un acceso efectivo y universal a todos los servicios de seguridad social que compensen las desventajas heredadas entre algunas familias y permitan alcanzar logros equivalentes a su esfuerzo y no a su condición de origen.

Más que celebrar esta estrategia del nuevo gobierno por la búsqueda de la universalización del sistema de salud, que ha estado ausente durante los últimos años, se debe exhortar a diseñar una mejor planificación que integre todos los elementos necesarios para alcanzar el mejor de los resultados. De lo contrario, en vez de satisfacer las necesidades de la población, ahondará sus carencias.