Deuda subnacional en México, no representa un problema sistémico.

Una de las mesas que se presentaron en el Primer Seminario de Política Fiscal Contra-cíclica se abordó el rápido incremento de la deuda pública que han presentado las entidades federativas en los últimos años, está, de acuerdo a los ponentes, no representa un problema sistémico.

Azael J. Mateo Mendoza
16 de agosto del 2018

Este lunes 13 y martes 14 de agosto se realizó el Primer Seminario de Política Fiscal Contra-cíclica Para el Crecimiento Estable y Sostenido de los Países en Desarrollo. El Caso de América Latina, la sede fue el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM. Al encuentro acudieron académicos, investigadores, estudiantes y demás público en general; el tema que se llevó a la mesa del debate urgía de la participación de todos y la respuesta fue motivadora.

El presente texto tiene el objetivo de transmitir algunas de las ideas que se compartieron durante el seminario de política contra-cíclica respecto a la deuda subnacional. Así mismo, pretende ser la continuación -o dicho de otra manera la parte número dos- de mi nota anterior: “La deuda pública municipal no representa ningún riesgo: Fitch Ratings”.

La deuda subnacional corresponde a un problema estructural de los mismos gobiernos estatales y municipales, pues la capacidad que tiene el sistema tributario para la recaudación resulta débil en comparación al resto del mundo, lo que provoca una baja generación de ingresos, y al tener gastos importantes se ven en la necesidad de cubrir la diferencia con deuda. La estructura de la deuda puede abordarse desde distintos enfoques, como son: plazo, denominación, indización, etc. Su estructura histórica no había llamado la atención hasta que sucedió la crisis del 2008 y dentro de los ajustes presupuestarios que tomó el gobierno federal para hacerle frente, recorto los gastos federales que se repartían entre las entidades federativas, por ende, estas últimas recurrieron al financiamiento de corto plazo.

En la gráfica se muestra el comportamiento de la deuda subnacional de 2002 al primer trimestre de 2018, dónde podemos observar el incremento acelerado a partir de 2008, ya que durante los tres años siguientes la tasa de crecimiento anual rebasó el 20%, presentando hasta 2014 una tasa de crecimiento de una cifra; de acuerdo a lo reportado por la SCHP en el primer trimestre de 2018 hubo un desendeudamiento del 0.31%, sin embargo. El crecimiento real de la deuda subnacional entre 2008 y 2018 representa aproximadamente un 185%.

Al cuarto trimestre de 2017 y de acuerdo al saldo la CDMX, Nuevo León, Chihua, Veracruz y México son las entidades federativas más endeudadas del país respecto al saldo total. Los menos son: Tlaxcala, Querétaro, Campeche, Baja California Sur y Aguascalientes.

Durante el mismo periodo y de acuerdo al saldo como porcentaje del Producto Interno Bruto Estatal (PIBE): Chihuahua, Quintana Roo, Chiapas, Coahuila y Sonora presentar mayor deuda púbica mientras que Tlaxcala, Campeche, Querétaro, Tabasco y Guanajuato son los menos endeudados.

¿Cuál es la relación entre el crecimiento del PIB y la deuda nacional? Si el endeudamiento crece a un ritmo mayor que el PIB, los fundamentos para cuidar la estabilidad se debilitan.

Nos hemos endeudado mucho pero no hemos crecido, la deuda parece tener una tendencia exponencial, el PIB no. La deuda no se refleja en mejoría o bienestar público.

En estos últimos 10 años, se incrementó de manera acelerada la deuda estatal y municipal pero irónicamente ocurrió en un momento en que los estados recibían mucho dinero por participaciones y por aportaciones e incluso por ramo 23, ¿Por qué con esa abundancia aun recurrían a endeudamiento? El aumento en nómina durante ese periodo es evidencia de una muy buena sospecha de mala calidad de gasto público.

En México, el art. 73 de la constitución regula que no se puede endeudar un gobierno para cualquier gasto, sino solo para incentivar la inversión productiva. No pueden incentivar en gasto corriente, cosa que en la práctica no hacen ya que durante el último año el gasto en publicidad fue casi cinco veces mayor al de la inversión productiva (dígase obras públicas). Los estados endosan al gobierno federal los problemas de corrupción y endeudamiento locales. Desequilibran la estructura financiera.

La deuda no es mala, sino cual es su destino. La deuda es un instrumento financiero que si se usa bien como en inversión pública podría detonar el crecimiento económico y el desarrollo de un estado o del país. Si bien en la actualidad no enfrentamos un riesgo sistémico que amenace la estabilidad de nuestro sistema financiero, sí existen estados y municipios que enfrentan problemas importantes de deuda y que reducen su flexibilidad financiera.