Inclusión financiera, participación femenina en el uso de instrumentos financieros.

En una sociedad como la nuestra, el impacto de la mujer en la economía como integrador de la misma a la fuerza laboral se ha convertido en una de las partes más importantes en la generación de producto

Mariana Galván
21 de Agosto 2018

Hoy, en la economía mundial el sistema financiero se ha convertido en un gran aliado para el financiamiento de distintas actividades que generar una ganancia, los tipos de financiamiento van desde grandes proyectos hasta pequeñas y medianas empresas.

En México el uso de los sistemas financieros se ve influenciado por factores más allá de la cantidad de ingreso o la tasa de interés vigente, en nuestro país el género también influye sobre la calidad del financiamiento y acceso al mismo.

La Comisión Nacional Bancaria y de Valores cada 3 años publica los resultados de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, que en perspectiva de género es bastante reveladora, ya que muestra el acceso y uso que los instrumentos financieros proveen a mujeres y hombres de nuestro país.

En una sociedad como la nuestra, el impacto de la mujer en la economía como integrador de la misma a la fuerza laboral se ha convertido en una de las partes más importantes en la generación de producto, el sector servicios y las manufacturas es sin duda un perfecto ejemplo de ello.

Aunque cada vez más mujeres se integran a la fuerza laboral, la cantidad de instrumentos financieros ofrecidos y obtenidos no equipara a la cantidad para los hombres.

En la siguiente tabla se muestran los instrumentos financieros y la cantidad de hombres y mujeres quienes tienen el acceso a dichos instrumentos.

Dos instrumentos que nos dan pauta a entender el conflicto de la brecha laboral y salarial son las cuentas bancarias a nivel nacional y las cuentas de ahorro para el retiro. Si bien la diferencia entre hombres y mujeres con cuentas bancarias es de 4% nos habla de que menos mujeres manejan sus ingresos sin apoyo de algún tipo de institución financiera.

Sin embargo una de las diferencias más abrumadoras es la que implica las cuentas de ahorro para el retiro, tan solo el 33% de las mujeres insertas en la población ocupada cuentan con una cuenta de ahorro para el retiro.


Fuente: https://www.condusef.gob.mx

El dato anterior es alarmante por el hecho de que el restante de las mujeres ocupadas lo está dentro del sector informal, lo que implica que no goza de seguridad social y con altas posibilidades de condiciones laborales totalmente precarias.

Otra de las razones que pueden explicar las notorias diferencias en el uso de los instrumentos financieros es la cultura mexicana en desarrollo hacia sectores sociales más inclusivos. En México aún muchas mujeres se quedan en casa realizando servicios no remunerados y manteniendo la dinámica doméstica para que su pareja pueda conseguir el ingreso familiar.

La integración de la mujer en la economía representa retos salariales y de acceso a beneficios que el mismo empleo puede traer, pero en estos días cuando la mujer pareciera tener un campo abierto y de iguales oportunidades que los hombres, podemos ver claramente que no es precisamente el caso. El acceso a instrumentos financieros por parte de las mujeres puede rezagar el desarrollo de los proyectos de carácter económico que cada una de ellas formula e intenta. La cantidad de financiamiento a proyectos y empresas femeninas es menor y por lo tanto el nivel de ingresos será menor.