Trump, un villano más allá de la ficción

Análisis literario y filosófico de Donald Trump: bases de su razonamiento de ataque e intimidación al “rival”.

José Luis López
13 de junio de 2019

En días recientes, termine de leer la trilogía de Darth Bane, de Drew Karpyshyn, siendo parte de la antigua continuidad ficticia de Star Wars. Los hechos que aquí se narran ocurren cerca de un milenio antes de los hechos de la primera película de la saga: A New Hope, de 1977, y se relata el crecimiento del personaje, desde que era un individuo más en un planeta minero, con traumas de la infancia, hasta convertirse en el único líder de la Orden de los Sith, gracias a sus recién descubiertos poderes, adentrarse en la filosofía de tomar el poder por la fuerza y la manipulación, así como del código Sith:

La paz es una mentira, solo hay pasión.

Con la pasión, obtengo fuerza.

Con la fuerza, obtengo poder.

Con el poder, obtengo victoria.

Con la victoria, mis cadenas se rompen.

La Fuerza me liberará.

En el tercer libro “Dinastía del Mal” Darth Bane señala que “los débiles siempre serán víctimas. Ese es el camino del universo. Los fuertes obtienen lo que quieren, y los débiles sufren a sus manos. Ese es su destino; es inevitable. Sólo los fuertes sobreviven, porque los fuertes lo merecen (…) Aquellos que son víctimas no tienen a nadie a quien culpar salvo a sí mismos. No merecen lástima; ellos son víctimas debido a sus propios fracasos y debilidades”.

La inspiración de Drew Karpyshyn para formar la personalidad de Darth Bane tuvo de forma segura la inspiración en filósofos como Arthur Schopenhauer o Friederich Nieztsche. El primero dice que la voluntad es un pilar de la vida, que lucha por hacerse presente de forma espontánea y caótica sin obedecer a una razón organizadora o un plan preconcebido, mientras que Nieztsche transformó estos fundamentos en impulsar su propia filosofía, que señala que los humanos deben estar en búsqueda de su verdadera naturaleza, libre de la moral que los ha mantenido en esclavitud, por lo que el “Súper Hombre” sería aquél individuo que podría liberarse del yugo de la sociedad y abrirse a una vida con opciones abiertas de realización. Estas ideas fueron apropiadas, de la forma más radical posible, por algunos líderes totalitarios del siglo pasado, destacando por impulsar campañas contra aquellos “inferiores” a su raza, guerras y decenas de conflictos.

Ahora bien, ¿cómo se relaciona esto con la actualidad? Por supuesto, la persona más reconocida por impulsar una campaña de odio, racismo, de demostración de fuerza, de negación de la paz, de buscar que su voluntad sea realidad y obtener poder por cualquier medio, es el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

En este caso no importa si usted o yo estamos de acuerdo con esta ideología radical, lograda por filósofos del siglo XIX y por el personaje ficticio Darth Bane. Lo que sí es relevante es que Donald Trump cree a esta forma de vivir como la verdadera y la pone en práctica: es una persona con pocos escrúpulos y reducido sentido de la moralidad o los estándares sociales, con tal de obtener lo que quiere. Para él, sólo hay dos tipos de rivales y dos formas de trato hacia ellos: los que no se rinden y mantienen su honor en las negociaciones, se merecen su respeto; por el contrario, los que se demuestran débiles y ceden ante la primera amenaza, deben ser aplastados.

El primer grupo de enemigos de Trump puede conformarse por Corea del Norte, Rusia e Irán, contra quienes se ha mantenido incluso pasivo ante las demostraciones de orgullo y poder que ellos han tenido: los respeta. Por otro lado, en el segundo grupo se encuentra indiscutiblemente México (y Centroamérica), que ha sido despreciado y maltratado tanto por sus palabras como por los hechos de sus seguidores; la diferencia que ha tenido con este grupo respecto al primero, es que México, ante exposición pública, ataques y humillación, ha tenido como respuesta de sus gobernantes declaraciones y acciones débiles, comprendiendo la dificultad de enfrentarse a un rival de la talla de Trump.

Desde la perspectiva del presidente estadounidense, el que AMLO promoviera un acto civil, un mitin en Tijuana para defender y celebrar el orgullo nacional, como un candidato presidencial más, y luego de las negociaciones festejara la victoria que realmente pertenecía al gobierno estadounidense, en lugar de tomar las acciones de carácter ejecutivo que le correspondían, ha demostrado que México merece convertirse en víctima a causa de su propia debilidad, al menos para el presidente Trump.

El morador de la Casa Blanca no sólo ha repetido hasta el cansancio que México es un país de violadores y narcotraficantes, sino también que no ha hecho su parte para erradicar la migración desde nuestro país. Por esto, la amenaza de imponernos aranceles de 5 a 25% a cambio de impedir la migración hacia Estados Unidos, ha servido no sólo para destinar más presupuesto y seis mil efectivos de la Guardia Nacional en la frontera sur, sino también para funcionar como país de asilo provisional para aquellos migrantes que esperen recibir asilo permanente en Estados Unidos, comprar miles de dólares anuales en productos agrícolas y, tentativamente, servir como tercer país seguro. Para lograr cambios fuertes, que complazcan a Trump, se ha dado un plazo de 45 días, y al finalizar estos se reevaluará si se deben tomar nuevas medidas o imponer los aranceles que México quería evitar en primer lugar.

No fue una negociación exitosa, ya que México perdió más de lo que inicialmente llegó a dialogar, además de que no es seguro que el presidente estadounidense no quiera imponer aranceles eventualmente, ya que ha notado que esta es su mejor herramienta de “negociación” con México.

Así, países como Rusia, Corea del Norte e Irán no han sido el blanco permanente del ataque de Trump, porque no han permitido que se pase por encima de ellos, mientras que México es el objetivo de decenas de tweets que atacan los valores nacionales sin que haya una menor defensa por parte del ejecutivo federal, por lo que el fuerte se seguirá aprovechando del débil.

Academia Play S.L. Publicado el 23 de junio de 2017. Nietzsche en 3 minutos https://www.youtube.com/watch?v=_OEVXfk10qk

Karpyshyn, D. (2009). Star Wars Darth Bane: Dinastía del mal. Madrid: Planeta Cómic.