Tratado de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC): ¿qué resultados hay en el tema laboral?

El ahora llamado T-MEC es prácticamente un hecho; para la economía nacional, concierne en temas como el comercio, la producción, el contenido digital, entre otros, pero el tema laboral no ha sido abordado lo suficiente. En este rubro, el resultado provee excelentes expectativas para nuestros trabajadores.

José Luis López
22 de octubre de 2018

El Acuerdo de Estados Unidos, México y Canadá (USMCA por sus siglas en inglés y T-MEC, según los resultados de una encuesta hecha por el presidente electo de México) ha sido lo que nuestro país necesitaba para reforzar la certidumbre para las inversiones y para las calificadoras internacionales, luego de más de un año de tensión durante el periodo de negociaciones.

Aún no ha pasado un mes desde que se acordaron los términos de este histórico acuerdo que sustituirá al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, o NAFTA, en inglés), pero ya se pueden percibir que los beneficios que aportará este tratado son diversos e incluyen a la competitividad, especialmente en las telecomunicaciones, pues se propuso un mayor acceso de operadores norteamericanos al mercado nacional, así como una limitación a los impuestos a plataformas de contenido digital (como Netflix o Amazon Prime); el contenido de origen de Norteamérica en textiles, automotores y otros, que busca que la mayoría de los productos se desarrollen en la región para fortalecer las industrias nacionales y permita mayores encadenamientos productivos; la ya mencionada certidumbre, lo que impacta en el mercado cambiario, en el valor de nuestra divisa, en los precios de productos de importación y en la política monetaria del Banco de México, que no debería restringir aún más su oferta monetaria, estimando una reducción al nivel de las tasas de interés y puede fomentar la inversión, especialmente en las áreas con mayor relación al comercio; así como en el tema laboral, que no se ha mencionado demasiado como resultado de las negociaciones.

Al respecto, en el Anexo 23 A del tratado se establecen obligaciones específicas para el caso de México, por lo que se esperan modificaciones a la Ley Federal del Trabajo, cuyo antecedente fue la gran reestructura que implicó la llamada Reforma Laboral, desarrollada durante el sexenio del presidente Felipe Calderón. En concreto, estas modificaciones, que se presume serán aprobadas por el Congreso mexicano antes del 1 de enero de 2019, consistirán en:

· Reconocer el derecho de los trabajadores de asociarse en sindicatos

· Que el lugar de operaciones se encuentre activo

· Crear una entidad autónoma que verifique el cumplimiento de los contratos colectivos

· Comprobar el apoyo mayoritario para cualquier modificación a los términos de los contratos, mediante el voto libre, secreto y personal

· Revisión de dichos contratos antes de cumplidos los cuatro años de la legislación

· Los documentos relacionados a los contratos colectivos y a sus sindicatos deberán estar al alcance de todos los trabajadores

· La información de los contratos vigentes deberá estar presente en un sitio web que los conglomere y será administrado por la entidad autónoma que se mencionó con anterioridad

· Bloquear las interferencias patronales en los sindicatos

· Además, se ha propuesto incrementar los salarios en los sectores donde haya una relación directa de intercambio y exportación, tal como el automotriz

Lo anterior, se hace en sintonía con cuatro principios básicos: la libre asociación laboral, la erradicación del trabajo forzoso u obligatorio, la eliminación de toda forma de trabajo infantil y de la desaparición de la discriminación en cualquier forma existente, mismas que habían sido aseguradas en septiembre de este año por el Senado de la República, a través del convenio 98 con la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La importancia que tiene el USMCA o T-MEC es que acelerarán los procesos para legislar en favor de los derechos laborales, de negociación colectiva y sindicales.

El tema laboral es uno de los puntos fuertes de la retórica del presidente Trump, pues el beneficio a los trabajadores mexicanos y la búsqueda de igualdad respecto a los derechos sindicales y salariales de los estadounidenses es con la finalidad de hacer a nuestro país menos competitivo, para que los inversionistas prefieran invertir su capital en Estados Unidos. Claramente, esto implica un menor acceso de inversión extranjera directa (IED), pero a cambio se tendrá un mejor panorama para los empleados de México.

En resumen, el T-MEC busca beneficiar a los trabajadores de nuestro país e incrementar sus derechos laborales, así como fortalecer a la manufactura de bienes ligeros, la competencia (especialmente en telecomunicaciones y lo relacionado al internet), trayendo como efecto a México una política más laxa del Banco de México, dada la certidumbre y estabilidad que se espera en los próximos años.