Derechazo del destino

El tercer hombre en el ring no fue el réferi, sino la realidad

José Luis López
9 de diciembre de 2019

El pasado sábado 7 de diciembre, se llevó a cabo la segunda pelea entre Andy Ruiz y Anthony Joshua, destacando no sólo el boxeo de ambos ni el recinto donde ocurrió, la Diriyah Arena de Arabia Saudita, sino también por la millonaria bolsa que se repartieron Ruiz y Joshua, independientemente del resultado desfavorable para el primero.

El boxeador mexicano-estadounidense de 30 años, Andy “Destroyer” Ruiz jr., se convirtió en el primer campeón de la categoría de los pesos pesados para México el pasado 1 de junio, ganando 3 campeonatos mundiales (AMB, OMB y FIB) la misma noche en el Madison Square Garden de Nueva York.

De padres mexicanos y nacido en Imperial, California, Estados Unidos, “Destroyer” no habla español con fluidez, pero se siente mexicano y ha representado a nuestro país en otros eventos, como Olimpiadas Nacionales y la Nacional Juvenil de México, pero no llegó a los Juegos Olímpicos.

El 1 de junio, cuando ocurrió la apabullante victoria por nocaut sobre Joshua, logró sobresalir en el mundo del boxeo y estar presente en las cápsulas deportivas de cualquier noticiero a nivel internacional: el boxeador gordito, en quien pocos apostaron debido a su menor experiencia, su complexión y por el rival que tenía enfrente, más alto, musculoso e invicto, resultó victorioso.

La expectativa por el boxeador que se hizo famoso el 1 de junio de 2019 no sólo existe en México, sino que su nombre se ha esparcido por todo el mundo, lo cual es demostrado porque su pelea no se realizó en Las Vegas, como lo hacen la mayoría de eventos estelares, sino que fue Arabia Saudita la sede de este magno evento.

Dado el dinero que generan las millonarias ventas petroleras de esta nación, no resulta exagerado que los precios de las entradas a la Diriyah Arena fueran muy altos. El boleto más económico costó 2 mil 707 pesos mexicanos (cerca de 140 dólares) y las personas que los compraron obtuvieron como único beneficio un asiento reservado; en el lado opuesto, en la zona VVIP, además de estar en el ringside, a pocos pasos del ring, se incluyó estacionamiento, acceso al hotel y otros servicios, por lo que ascendieron desde los 52 mil hasta los 260 mil pesos ($2,655 a $13,280 dólares).

Y no son para menos estos precios, porque en esta ocasión la bolsa para ambos pugilistas fue de más de 60 millones de dólares, divididos entre $10 y $13 millones de dólares para el mexicano y entre $55 y $60 para el británico, Anthony Joshua.

Pese al prestigio que obtuvo el Destroyer la noche que marcó un punto y aparte en su carrera, no fue posible revertir los ingresos de cada uno: aunque es el campeón vigente, cuando firmó el contrato de la pelea de junio, se aprobó una cláusula que obligaba a realizar la revancha de forma inmediata en caso de que Ruiz ganara y que sólo podría recibir una cifra apenas superior a lo obtenido previamente.

Meses antes del primer enfrentamiento contra Joshua, Andy Ruiz había analizado retirarse del boxeo al no tener dinero suficiente para entrenar, pero al lograr la hazaña y obtener varios millones, prometió a su madre y familia que las carencias iban a acabarse; el púgil tomó en serio su afirmación, gastando varios de sus millones en artículos de lujo, como vehículos o joyas exclusivos y una mansión en California.

En paralelo, en el periodo intermedio entre ambas peleas, se cuestionó su compromiso con el entrenamiento, ya que se convirtió en lo que la cultura pop llama rockstar, caracterizándose por estar rodeado de fama, lujo y derroche, con invitaciones a programas de televisión o como comentarista de Televisa en la última pelea del Canelo Álvarez. Su justificación fue que la presión no estaría de su lado, sino de su rival por recuperar sus títulos y prestigio, mientras que él se mantenía motivado por haber conseguido su sueño, lo que a la postre no fue suficiente.

¿De qué manera influyó en el resultado del enfrentamiento su decisión de disfrutar el lujo, como medio de estar motivado, en lugar de entrenar?

El box es un espectáculo, pero no deja de ser un deporte de alto rendimiento; Anthony Joshua lo entendió y su preparación para la pelea del sábado fue mejor que en la de junio. En tanto, Andy Ruiz perdió por decisión, pero sus dos últimos enfrentamientos lo han puesto no sólo en el mapa del boxeo mundial, sino también en la historia del boxeo mexicano, que ya es mucho decir de por sí, al tener a un buen número de grandes campeones del pasado y presente, como Salvador Sánchez, Julio César Chávez, Erick Morales, Juan Manuel Márquez e incluso el cuestionado Saúl “Canelo” Álvarez.

¿Habrá una tercera pelea, la segunda revancha? Aún no se habla nada de eso, aunque es altamente probable, no sólo porque en el boxeo actual es moda la formación de sagas entre dos mismos contendientes, sino porque el dinero que han generado Ruiz y Joshua ha sido bien recibido por las personas que los rodean. En paralelo, están los comentaristas que le recomiendan al mexicano que pruebe por otro lado, ya que "la verdad, Andy Ruiz nunca le va a volver a ganar Anthony Joshua", como sentenció David Faitelson, de ESPN.