Alternativas de política monetaria internacional, ¿estabilidad o crecimiento?

En los últimos meses, la política monetaria ha recobrado el interés de la población debido al alza de las tasas de interés, no sólo de México, sino también de otras naciones en vías de desarrollo y en países desarrollados como Estados Unidos, con consecuencias al equilibrio internacional. Queda preguntarse si las medidas tomadas en nuestro país se toman en efecto espejo o tienen el suficiente respaldo teórico y práctico para impulsarlas realmente.

José Luis López
29 de junio de 2018

Las economías internacionales están en un momento crucial para el futuro inmediato, en la disyuntiva entre seguir funcionando como se ha hecho en los años recientes o cambiar para evitar una caída estrepitosa por no interpretar correctamente y a tiempo las señales del mercado, como en 2008-2009. En tanto, el discurso predominante en las economías modernas sobre la política monetaria es que ésta se mueve en torno a la inflación y al desempleo, cuando los niveles aceptables de alguna de estas variables crecen demasiado o se teme que pueda hacerlo en el futuro, hay que aumentar las tasas de interés, siendo el funcionamiento general de la política monetaria. Este fenómeno se ha utilizado cuando resulta necesario y prácticamente nadie cuestiona esta verdad.

Cuando crece la demanda por encima de la oferta, a través diversos factores, como el ingreso obtenido o el incremento de trabajadores, los precios tienden a subir, de modo que se buscará que un incremento en las tasas de interés desincentive a la inversión y afectar al salario real o despedir una buena cantidad de trabajadores o ambos, sin llegar a los niveles críticos que generaría la inflación, reduciendo el ingreso y la demanda, hasta que se iguale a la oferta.

En los años posteriores a dicha crisis, la mayoría de los bancos centrales decidieron reducir sus tasas de interés, algunos incluso a niveles negativos, con el fin de fomentar la actividad económica, el crecimiento y una pronta recuperación de las naciones. Sin embargo, en los últimos meses, lo que era considerado como una constante ahora se encuentra invertido, pues las tasas de interés de referencia de la mayoría de las naciones han aumentado, siguiendo los movimientos de política monetaria de la Reserva Federal, el Banco Central de los Estados Unidos, justamente por el temor de inflación por encima de los niveles recomendados, debido a los cambios que ha tenido el ciclo económico y a que la capacidad productiva se ha instalado de forma madura y sostenida.

De tal forma, en Estados Unidos se ha incrementado la tasa de interés para evitar la inflación y proteger los empleos de cierta forma (en detrimento del salario), mientras que, en los países en vías de desarrollo, dependientes de la hegemonía económica estadounidense, como México, lo que se ha hecho es incrementar la tasa de interés de referencia, aunque con motivos distintos, como evitar la salida masiva de capitales y la depreciación de sus monedas, así como el encarecimiento de la deuda externa, siendo esta medida una forma de resistir los embates que provienen del exterior

Pese al pensamiento ortodoxo predominante, son pocos los que ven al fenómeno desde otro punto de vista. Uno de estos es el gobernador del Banco Central Australiano, Phillip Lowe, quien señala que hay motivos estructurales para pensar que la inflación que se teme aún no está próxima, como lo piensan la mayoría de los banqueros centrales, pues señala que la competencia se ha incrementado en buena medida por la tecnología, como es el caso de los autos particulares que se solicitan por medio de una aplicación en sus teléfonos móviles, o las empresas que, a través de la red, son el enlace para el alquiler de viviendas de otras personas durante una corta estancia, así como aquellos sitios web que buscan precios reducidos en los hospedajes, lo que permite que la oferta se iguale a la demanda y los precios se mantengan bajos.

El momento de hacer algo, de incrementar las tasas de interés, es cuando se considere que la capacidad productiva se ha cubierto del todo, que el ciclo económico ha llegado a su punto más alto y que lo que sigue es un periodo de desaceleración, buscando que este momento no resulte tan estrepitoso, como en crisis económicas anteriores.

Queda comprobar las metas de cada nación, entre mantener una postura mesurada, con un ciclo económico suavizado y la que proponen banqueros como Phillip Lowe, que promueve arriesgarse hasta el final y buscar el mayor crecimiento posible de la economía, con el riesgo de equivocarse en los cálculos y provocar algo peor que una crisis.