La sociedad panóptica según Foucault.

Michael Foucault fue un filósofo, sociólogo, psicólogo e historiador, de pensamiento nietzscheano, Kantiano y Heideggeriano; comúnmente identificado dentro de la ola filosófica posmoderna (aunque éste rechazara dicha etiqueta); Foucault habría de desarrollar ideas sobre las relaciones de poder, reflexiones y críticas a la institucionalidad carcelaria, médica, psiquiátrica, escolar y fabril-empresarial.

La sociedad panóptica.

Para comenzar es menester señalar que panoptismo es un término acuñado por Foucault, el cual proviene de la palabra panóptico: una clase de arquitectura carcelaria ideada por el filósofo-economista Jeremy Bentham, en la que desde un punto se pueden ver todos los cuartos que conforman la construcción; en su forma más común, la estructura recuerda a un abanico, en donde el punto de intersección de todas las varillas (clavillo o boleta) es el lugar en el que se tiene que colocar el vigía. En su forma estructural, la edificación evoca un anfiteatro o un hemiciclo. Sobre esto, Foucault descubre —a través de la obra Lecciones sobre las prisiones de Gilius— que lo panóptico se inspira del espectáculo antiguo, en el que la comunidad se colocaba en formación de semicírculo, ya sea para apreciar la obra teatral, circense, oratoria o algún sacrificio, no obstante, la arquitectura panóptica ya no tiene por fin el lograr que la mayoría de los habitantes concentren su mirada en el escenario, sino que la lógica estructural se invierte: el objetivo es que aquel que está en el centro pueda percibirlos a todos sin ser percibido.

Para Foucault el panoptismo es un rasgo característico que conforma la organización humana contemporánea, constituido por tres elementos definitorios: vigilancia, control y corrección. Para Focault, la institucionalidad —concretizada en la infraestructura hospitalaria, carcelaria, escolar, religiosa, industrial, etc. — es la expresión de una sociedad panóptica, en donde en algunas instituciones se ejerce una acción más predominante de estos tres elementos, pero que en ninguna falta alguno. Es así como en la cárcel se ejerce con mayor presión la vigilancia, en hospitales y templos el control; en aulas, la corrección. Foucault admite que la forma en la que se ejercen estos actos se ha ido modificando y diluyendo a través del tiempo, haciéndose cada vez menos notables y flagrantes, pero que nunca se han disipado. Para ello, evoca complejos industriales en Inglaterra y Francia del siglo XIX que mantenían a sus trabajadores cautivos las veinticuatro horas del día.

Sobre esto, el filósofo francés advierte que esta forma de panoptismo no es similar ni tiene el mismo fin que las formas de control, vigilancia y corrección del siglo XVIII, ya que en este siglo el aislamiento de individuos era producto de su propia marginación social: “Era como si se le dijera a un individuo: «Puesto que te has separado de tu grupo, vamos a separarte provisoria o definitivamente de la sociedad».” dice Foucault. En contraposición, el aislamiento del siglo XIX y XX tiene por objeto incluir a los individuos a la sociedad por medio de su normalización, así, la empresa no sólo controla, vigila y corrige a los sujetos sino que los incluye a los procesos productivos-económicos; la escuela aísla a los menores con el fin de que se les transmita el conocimiento aceptado; El hospital psiquiátrico excluye a los individuos con un objetivo de corrección y normalización. Inclusión por exclusión. Como una especie de cuarentena invertida, en la que no se aísla a los enfermos de los sanos, sino por el contrario, los sanos son aislados de los enfermos. El caso más emblemático es el del sistema escolar y productivo, en el que los marginados y en situaciones de pobreza son excluidos dentro de la institución para que en un momento puedan bien o mal incluirse en la inextricable sociedad de configuración capitalista, Foucault explica: “La fábrica, la escuela, la prisión o los hospitales tienen por objetivo ligar al individuo al proceso de producción, formación o corrección de los productores que habrá de garantizar la producción y a sus ejecutores en función de una determinada norma”.

El panoptismo moderno, pues, se ejecuta por medio de los tres elementos primordiales ya mencionados anteriormente (vigilancia, control y corrección) pero cuyo telos —concluye Foucault, en sintonía al pensamiento marxista, pero sin cederle ningún crédito— es el de la inclusión de los sujetos al aparato productivo.