¿Es Bolivia un país socialista?

Socialista y comunista, así es como se ha adjetivado el gobierno liderado por Evo Morales.


Haziel Ángeles Juárez
15 de noviembre de 2019

Con la más reciente crisis política que ha tomado lugar en Bolivia, la opinión pública, los medios y ciertos “analistas” han tildado erróneamente al gobierno de Evo, y a éste mismo, de “socialista”. Parte de ello radica en que, a la llegada de Evo Morales a la presidencia en el año 2006, el ahora exmandatario decidió volver a nacionalizar Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, la empresa petrolífera más grande del país, la cual había sido privatizada en 1996 por Gonzalo Sánchez de Lozada. Esto, dentro de la academia de ciencias económicas ortodoxa, el quehacer político y la opinión de los medios de derecha es visto, rápidamente, como un acto “socialista” que amenaza la propiedad privada y la democracia.

Por otra parte, tenemos que Evo Morales era el principal dirigente del partido político llamado Movimiento al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP), lo cual ha hecho concluir a muchas personas de que estamos ante un gobierno y un gobernante socialista. Sin embargo, como veremos, hace mucho más que un simple nombre con la palabra socialista o una privatización para en verdad serlo.

Bolivia, un país capitalista.

La forma para determinar qué modo de producción opera en un país, es mediante la observación de sus relaciones sociales de producción, es decir, darse cuenta de cómo está organizada el conjunto social para llevar a cabo la vida productiva de sus bienes materiales. En ese marco, si observamos las relaciones sociales de producción bolivianas, podemos advertir que cumplen con todas las características de un estado capitalista:

1. En Bolivia existe un divorcio entre medios de producción y fuerza de trabajo. En otras palabras, los trabajadores y la maquinaria, terreno y capital no forman uno sólo.

2. Aún hay una clase capitalista dueña de los medios de producción.

3. Existe una relación salarial entre fuerza de trabajo y capital, es decir, los trabajadores son contratados por una empresa, realizan un trabajo y finalmente reciben una remuneración en forma de salario. La relación salarial es tal vez el parámetro más importante para identificar a un país capitalista. Ahí donde existe dicha relación, existe capitalismo.

4. Salario significa intrínsecamente que hay un cierto grado de explotación de la fuerza de trabajo a través de tiempo de trabajo no remunerado.

5. El hecho de que haya una empresa estatal NO significa que sea la regla. Los medios de producción PRIVADOS siguen siendo preponderantes.

6. Es el Estado democrático-burgués es quien controla y posee YPFB, por lo que no es una empresa propiedad de los trabajadores.

Hablar de socialismo, capitalismo o comunismo va más allá de la política económica, por medio de ésta no se puede identificar un modo de producción, sino a través de sus relaciones sociales de producción, es decir, cómo está organizada la vida productiva: Cómo se produce, cuál es la relación de los trabajadores y la naturaleza, cuál es la relación entre el hombre y los medios de producción; para qué, quiénes y con qué fin se produce ¿Para la satisfacción o la acumulación? Toda esa serie de incógnitas deben ser respondidas antes de hablar de capitalismo o socialismo. Si hacemos el ejercicio para Bolivia, las respuestas apuntan a que es una economía fundamentalmente capitalista.