Recientemente el INEGI publicó las cifras desestacionalizadas de su indicador de consumo privado en el mercado interno, el cual “mide el comportamiento del gasto realizado por los hogares residentes del país en bienes y servicios de consumo, tanto de origen nacional como importado; quedan excluidas las compras de viviendas u objetos valiosos.” Bajo este marco, se puede observar cómo ha ido evolucionando el consumo privado interno a lo largo del año 2019, período bajo el cual se comenzó a implementar la política económica obradorista.

Los datos que arroja el INEGI es que en su nivel agregado, el consumo total ha tenido serias fulctuaciones durante el año, sin que se pueda observar alguna estabilidad en su crecimiento y en su variación porcentual, dentro de ésta dinámica, para el último dato recien proporcionado por INEGI (noviembre de 2019) se observa que en términos del índice de consumo, octubre tuvo un valor de 117.4 mientras que en noviembre ascendió a 118.1 del índice, lo que es igual a un incremento del 0.6%.

De forma desagragada, el consumo de bienes importados ha tenido fuertes fluctuaciones a lo largo del año; abril fue el mes con una variación porcentual más alta (5.2%), sin embargo, el mes de noviembre continuó con el desplome que venía presentándose desde el mes de octubre, y para el penúltimo mes del 2019 tuvo una tasa de crecimiento negativa del -2.4%.

Por otro lado, el consumo interno mostró un repunte: en octubre se obtuvo un índice en el consumo de 116.4, mientras que en noviembre aumentó a 117.2, es decir, hubo un aumento de 0.7%.

Uno de las príncipales justificaciones durante el período de gobierno de Andrés Manuel sobre el bajo crecimiento, es que el crecimiento no resulta importante si parece haber más consumo de bienes y servicios, citando al mandatario, él ha dicho que “Desde luego que hay pobreza, muchas necesidades, pero ahora hay más dinero circulando abajo que antes. Y eso lo puedo probar. Primero porque se están dispersando fondos en beneficio de los pobres como se hacía antes. 300 mil millones de pesos en este año.” Esta declaración fue hecha luego de que se hicieran públicas las cifras de consumo para el bimestre julio-agosto de 2019.

En la siguiente gráfica se puede apreciar la evolución del consumo privado en el sexenio de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, donde se puede percibir que el índice del consumo privado, en términos nominales del índice, ha tenido un incremento sostenido a lo largo de once años (sin contar la reducción estrepitosa en este indicador en los años 2008 y 2009, seguramente fruto de la crisis económica-financiera a nivel global). A pesar de esto, al observar las variaciones porcentuales, el lector puede dar cuenta que a partir del año 2015 los incrementos procentuales han ido decreciendo y seguido esta tendencia a la baja. En otras palabras: si bien ha habido un incremento sostenido en el consumo a a través de los dos últimos sexenios y el primer año del gobierno de la 4T, estos aumentos han ido menguando cada vez más, siendo cada vez menos cuantiosos y significativos.