Paradoja de la igualdad de género

De acuerdo con un estudio realizado en conjunto entre las universidades de Leeds Beckett y Missouri, publicado en Psychological Science, los países con mayor igualdad de género tienen una menor proporción de mujeres que cursan estudios de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés), Estos campos, son elegidos por más mujeres en los entornos menos desarrollados a nivel económico y social. Esta brecha, aunque parezca sorprendente, se produce por motivos económicos.

Dicha investigación reveló que países como Albania y Argelia tienen un mayor porcentaje de mujeres entre sus graduados de STEM que países reconocidos por sus altos niveles de igualdad de género, como Noruega o Suecia. Se cree que esto podría deberse a que los países con menos igualdad de género a menudo tienen poca asistencia social, lo que hace más atractiva la elección de una carrera STEM, relativamente bien remunerada.

El estudio también analizó qué podría motivar a los más jóvenes a elegir asignaturas STEM, incluida la capacidad general, el interés o el disfrute en la materia y si las asignaturas científicas eran una fortaleza académica personal.

Los resultados de la investigación reflejaron que las habilidades para la ciencia eran similares en niños y en niñas, pero en el caso de las niñas, los resultados eran mejores en campos relacionados con la comprensión lectora. Por este motivo, en la mayoría de casos, las chicas acaban optando por profesiones no relacionadas con las STEM.

Esta dinámica, en cambio, se repite más veces en los países ricos, con mayor igualdad de género. Las mujeres con más estabilidad económica, tienden a elegir su carrera profesional por sus gustos y sus habilidades, que en la mayoría de casos son más fuertes en campos que no son STEM.

El Índice de desigualdad de Género de Naciones Unidas analiza la salud reproductiva, el empoderamiento y la participación en el mercado de trabajo, para capturar la pérdida de logros dentro de un país debido a la desigualdad de género. Los países mejor posicionados en este índice tienen en común un bajo porcentaje de mujeres en muchas carreras de STEM, alrededor del 20% en informática, por ejemplo, y mayoría de mujeres en otras disciplinas como Medicina, Derecho o Humanidades.

En cambio, en países situados en los puestos más bajos del índice de desigualdad las mujeres son mayoría en las carreras STEM. Por ejemplo, en Irán las mujeres son el 50% de todos los que se gradúan, pero casi el 70% de los graduados en ciencias.

Estas carreras son una opción más segura, bien remunerada y más atractiva para las mujeres que no tienen esta estabilidad económica. Es por ello que encontramos más mujeres relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería o las matemáticas en países como Turquía o Argelia, que en Finlandia o Noruega.

La brecha salarial entre hombres y mujeres es mucho menor en este campo, donde una mujer gana 0.92 dólares por cada dólar ganado por un hombre. Esta diferencia es de 0,77 céntimos en el caso de otros sectores, lo que convierte las STEM en una buena opción para las mujeres que viven en zonas de menores oportunidades económicas.

Gracias a estudios como este, se podrían adaptar las políticas educativas a nivel geográfico, centrando los esfuerzos en las distintas salidas que ofrecen las STEM para las mujeres de zonas menos desarrolladas.

Les comparto el enlace del estudio publicado para más información. http://journals.sagepub.com/doi/10.1177/0956797617741719