Criptomonedas y su destino

El pasado 28 de febrero se llevó a cabo en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM la conferencia “Bitcoin, ¿De dónde vinieron las criptomonedas y cuál es su destino?” Donde expertos en el tema nos compartieron sus opiniones respecto a la moneda virtual.


Fernanda Fragoso y Sahori Hernández

07 de marzo 2018

Como ponente se contó con la presencia de Luis Daniel Beltrán, experto en el tema y como comentarista estuvo César Duarte, Maestro en Economía por la UNAM.

El especialista invitado Luis Daniel Beltrán Girón, es uno de los primeros usuarios de Internet en México. Originario de la Ciudad de México y habitante de Zacatecas desde hace más de ocho años, cursó la licenciatura de ingeniería en informática en la Universidad Anáhuac. Hoy en día se especializa en montar y administrar infraestructura de seguridad para aplicaciones y sitios web de alto tráfico y labora como chief executive officer (CEO) en la empresa Microbit.

Luis Daniel Beltrán inició la conferencia explicando puntos más técnicos sobre la criptomoneda, indicó que hace algunos años tuvo su primer contacto con la cadena de bloques Bitcoin, un tema innovador que le apasionó de inmediato. El informático afirma que esta cadena de bloques es una de las tecnologías que puede cambiar a la sociedad aún más que el propio Internet.

El especialista comentó que el objetivo principal de la creación del bitcoin, de las criptomonedas en general, era crear una divisa que no fuera regida por un banco central y esto se establece en el White Paper que Satoshi Nakamoto (seudónimo), creador de la criptomoneda publicó.

Señala como principales puntos fuertes del protocolo que la cadena de bloques es abierta y las monedas no se crean bajo el criterio de ningún banco central, además, no puede ser confiscado y los cargos de comisión son extremadamente bajos. Como debilidades enmarca que sea una red centralizada y que su valor sea sumamente volátil lo que hace su precio manipulable.

Para Luis Daniel la creación de este tipo de tecnología acerca cada vez más a la humanidad a un sistema descentralizado de confianza. Eso nunca antes lo habíamos tenido, ya que actualmente los sistemas de confianza tradicionales residen en cajas negras o personas y este sistema lo traduce de un sistema descentralizado y sustentado por la criptografía, describió.

A raíz de su interés por el Bitcoin, Daniel Beltrán se ha involucrado en los mercados de divisas y bolsa de valores, con una dedicación especial de su tiempo libre a este tema.


Por su parte el comentarista Cesar Duarte, dio su perspectiva económica sobre bitcoin, partiendo por intentar definirlo. En primera instancia se podría decir que la criptomoneda no es más que un activo, pues la gente invierte en él y ofrece rendimientos. Pero ¿por qué hay individuos que lo usan como dinero? ¿Puede el bitcoin ser dinero?

Duarte nos mostró varias definiciones tradicionales que nos han brindado los economistas a lo largo de la historia tratando de definir el dinero. La más conocida es en la que se denomina al dinero por sus funciones:

· Como medio de pago: El dinero es dinero porque con él se pueden realizar las transacciones de compra-venta. En esta categoría entraría el bitcoin, porque con él se pueden comprar mercancías on-line, pero no todas, sólo en el mundo virtual y en algunos casos en específicos se pueden comprar objetos físicos.

· Como reserva de Valor: El dinero tiene la capacidad de que se puede usar para acumular activos. Los activos no podrían ser respaldados o acumulados en bitcoins debido a su alta volatilidad, pues en cuestión de horas puede representar rendimientos de hasta el 40% o pérdidas por la misma magnitud. “El bitcoin no podría tener un valor tan inestable, porque si no provocaría escasez por deflación y habría pánico por venderlos” (Duarte, 2018)

· Como unidad de cuenta: Los precios de los bienes están expresados en términos de dinero. El bitcoin, no podría adquirir esta función, pues no todas las mercancías están evaluadas en términos de bitcoins, además hasta no hace mucho se comparó el tipo de cambio de cambio dólar-bitcoin, con el cual se pudo tener una noción de cuánto es que vale un bitcoin.

Otra característica esencial del dinero es que su valor está respaldado por una institución de confianza, normalmente es el Banco Central. El bitcoin, en cambio no está respaldado por ni una institución, son los mismos usuarios y mineros que le da valor al bitcoin.

Por ende, se puede concluir que el bitcoin no es dinero, o al menos no como las definiciones clásicas nos lo han señalado, pareciera más un comodity pues se compra para venderse. Sin embargo, nuestras definiciones económicas ya están oxidadas para los retos que nos ofrece la nueva realidad económica virtual, pues el bitcoin contiene la aceptación social para emplearse en comprar-vender e invertir en unidades de bitcoin, y si es que aún no todas las mercancías están representadas en esta nueva unidad de cuenta es porque aún le falta mucho por desarrollarse y porque tanto los banqueros centrales, así como el Estado han tratado frenéticamente por detener su uso.

Duarte, cerró con reflexiones finales que nos hacen cuestionarnos si es que por medio del bitcoin es como se logrará el libre mercado sin instituciones de poder necesarias para reestablecer la confianza de una sociedad conjunta, y si esto pasa, entonces ¿los banqueros temen aceptar y perder su monopolio?