AMLO termina la guerra contra el narcotráfico.

Según Andrés Manuel López Obrador, el gobierno no considera como su función principal capturar a los narcotraficantes, por el contrario, se concentra en garantizar la seguridad de la sociedad y pretende disminuir el número de asesinatos, robos y secuestros.

Eduardo Medina
2 de febrero de 2018

La guerra contra el crimen comenzó en México en 2006, durante la gestión de Felipe Calderón. quien convocó a unidades del ejército para operaciones contra la mafia de las drogas, reformó la policía federal mexicana y anunció la búsqueda de los líderes más notorios del crimen en México.

Según el Ministerio de Protección Civil del país, un récord de 33,341 personas fueron asesinadas en México en 2018, lo que lo convierte en el año más sangriento en más de dos décadas. El récord anterior pertenecía al 2017 cuando 31,174 personas fueron asesinadas. Esto significa que hubo un promedio de 25 asesinatos por cada 100,000 personas. Según los informes, el registro comenzó en 1997.

En particular, el pequeño estado de Colima, en el oeste de México, registró la mayoría de los asesinatos por cada 100,000 residentes, mientras que el centro de Guanajuato se convirtió en el estado más letal con 3,290 asesinatos totales, según los datos oficiales de México.

Una de las páginas más tristes en la historia de la relación entre el estado mexicano y las bandas de narcotraficantes es la historia del secuestro y posterior asesinato de 43 estudiantes de la ciudad de Ayotzinapa. La tragedia ocurrió en septiembre de 2014 debido a la corrupción endémica entre los oficiales de policía y la dirección de la ciudad de Iguala, donde los estudiantes fueron detenidos por la policía y entregados a los criminales que los mataron brutalmente y destruyeron sus cuerpos en un basurero.

Según el informe de 2017 del Departamento de Estado de EE. UU. sobre el tráfico de drogas, México es una fuente clave y un país de tránsito para la heroína, la marihuana y las drogas sintéticas que llegan a los Estados Unidos, así como un país de tránsito primario para la cocaína de América del Sur. El informe señaló que mientras México continuaba su lucha contra las organizaciones criminales internacionales y la reforma de su poder judicial y las prisiones, el tráfico de drogas y la violencia de pandillas relacionada aún planteaba un problema importante.

En 2018, el gobierno de los Estados Unidos inició un nuevo programa multi-agencia para destruir a una de las pandillas más poderosas de México llamada Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Hoy en día, el gobierno de López Obrador plantea la posibilidad de no hacer frente a estos grupos delictivos, puesto que prefiere enfocarse en la seguridad, la equidad y el desarrollo social.