Inversiones huyen de México en búsqueda de mejores entornos macroeconómicos.

A raíz de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), los activos mexicanos han presentado un bajo rendimiento. La guerra comercial entre Estados Unidos y China han traído altibajos en la Bolsa de valores, generando que el ambiente se torne incierto. A pesar de la recuperación del entorno económico en México, las decisiones en materia económica que pretende tomar el gobierno entrante han generado un ambiente inestable para los grandes inversionistas.

Aunado a esto, Jair Bolsonaro ha mandado un mensaje claro para la inversión privada, pues ha hecho pública su estrategia de vender compañías estatales, lo cual se traduce en una potencial oportunidad de inversión. Ante esta situación, los inversionistas han comenzado a presentar interés sobre todo en acciones y bonos provenientes de Brasil.

Si bien es cierto que en prácticamente todos los casos se percibe incertidumbre ante un cambio de gobierno, cabe resaltar que –en el caso de México- esta situación se ha visto agravada por el entorno internacional, es decir, los conflictos comerciales entre Estados Unidos y China, la llegada de un político de ultraderecha como Bolsonaro a una de las economías emergentes más destacadas de América Latina como lo es Brasil, etc.

Se espera que el panorama para México sea más claro una vez que el nuevo gobierno inicie su gestión y se establezcan metas claras y decisiones menos radicales. A pesar del mal momento para la Bolsa de Valores y el entorno económico en general, la confianza podría elevarse una vez que comiencen a desarrollarse las nuevas estrategias para el crecimiento económico.