Estadísticas de Género
No se puede asegurar un desarrollo equitativo si la participación de las mujeres es inexistente en las estadísticas que se usan para el diseño de políticas, por lo que se vuelve necesaria la producción, publicación y análisis de información que tome en cuenta el género.
Daniela Nevárez Jiménez
28 de septiembre de 2018
El pasado lunes 10 de septiembre se lanzó en México, por parte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y ONUMujeres, el Centro Global de Excelencia en Estadísticas de Género (CEEG) cuyo propósito sera el análisis y generación de estadísticas con perspectiva de género. El CEEG surge tras reconocer los desafíos con respecto al tema, pues según ONU Mujeres, sólo 41% de los países del mundo produce regularmente información estadística sobre violencia contra las mujeres; sólo 13% de los países del mundo destinan presupuesto específico para la recolección de datos estadísticos de género, y únicamente 15% de los países cuentan con legislación para el levantamiento de encuestas especializadas en género.
El CEEG, además, será el primero en su tipo a nivel mundial y uno de los principales proyectos que llevará acabo es el llamado “spotlight” que será financiado por ONUMujeres y la Unión Europea, con este se buscará saber cuántas mujeres mueren por feminicidio en México, anunció Maria Noel Vaeza, directora de la división de programas de ONUMujeres México. Aunado a esto, se recalcó que esto es necesario, en el marco del cumplimiento con la Agenda 2030, para sensibilizar a los países sobre la importancia de destinar recursos para la recolección de datos estadísticos de género.
Si bien, México es líder global en las estadísticas de género, según ONUMujeres, aún hace falta trabajar en este tema, pues de los 232 indicadores globales para el cumplimiento en la Agenda 2030, solo 54 tienen enfoque de género. Para que el CEEG avance en sus objetivos se vuelve necesario el fortalecimiento de alianzas, la inversión y la colaboración de todos los sectores, incluyendo la cooperación internacional, la academia, el sector público, el sector privado, las organizaciones de la sociedad civil y las redes de las partes interesadas, recalca ONUMujeres.
Funcionarios de la División de Asuntos de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), señalan la importancia en el fortalecimiento de las estadísticas de género ante los escenarios económicos cambiantes, pues lo mencionan como un tema primordial para “poder dar cuenta de las brechas existentes en un contexto de incertidumbre económica y de cambios acelerados en materia tecnológica y laboral”, además se aludió que para la próxima Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, que será en octubre de 2019, los temas se enfocarán en la autonomía de las mujeres en escenarios económicos cambiantes, por lo que es necesario identificar que medir y como construir los indicadores de género, señaló Mario Castillo, Oficial Superior de Asuntos Económicos de la División de Asuntos de Género de la CEPAL
Antecedentes
Surgen en 1975, en la primer Conferencia Mundial de la Mujer de las Naciones Unidas, al reconocer que los esfuerzos del desarrollo no beneficiaron de igual forma a las mujeres y a los hombres, mostrando cierta desventaja para ellas, así como, que la participación de las mujeres era inexistente en las estadísticas que se usan para el diseño de políticas, por lo que se inicia rescatando información desagregada por sexo y difusión de información, ya que no se podía asegurar un desarrollo equitativo, si no se conocían las condiciones económicas y sociales específicas de las mujeres y para hacerlo era necesaria la producción, publicación y análisis de información estadística, según INEGI.
Esta misma institución informa que el enfoque de género en la producción estadística se toma en cuenta hasta 1996 con propuestas como: el enfoque de género en la producción de la información, que implica la revisión, reorganización y mejora de la información para que se pueda usar para la planeación y evaluación de la toma de decisiones que se dirigen a las necesidades de la mujer; la necesidad de la cooperación con el usuario de las estadísticas de género y por último la capacitación para productores, pues se debe tener la capacidad de considerar los aspectos de género, así como para, el uso de herramientas metodológicas y definición de los conceptos con los que trabaja.
Para 2008, INEGI reconoce que, a pesar de los relevantes avances sobre el tema, se trata de un proceso inacabado que presenta desafíos como: la profundización en las etapas de producción de forma particular en las clasificaciones estadísticas; y la promoción en la diseminación de logros y resultados, para lograr que en las decisiones de política se reconozcan los problemas a los que se enfrentan las mujeres y están faltos de atención. Además, hay límites en el análisis de género a nivel macro, debido a que existe una serie de servicios que se prestan y bienes que se producen que no son contabilizados en la contabilidad nacional, centrando esta limitación en: trabajo doméstico, trabajo voluntario, producción de subsistencia y sector informal.
Por lo tanto, si bien se han tenido avances en el tema y se sigue trabajando en el para lograr que estos se profundicen, aún son muchas las limitaciones que han logrado bloquear el diseño de políticas públicas eficaces que logren tener un avance significativo en los temas relacionados al género, a pesar, de ser un obstáculo que se identificó hace más de 40 años.