Las huelgas de Tamaulipas

Tamaulipas tuvo varias huelgas que culminaron con una menor creación de empleos

Autor de imagen: Ángel Arias
Jorge Zavaleta
23 de enero de 2020

El 12 de enero de 2019 los obreros de Matamoros, Tamaulipas (perteneciente a los 43 municipios que conforman la Zona Económica Salarial Fronteriza) manifestaron que el alza del salario mínimo, decretado en $176.72 diarios no se había cumplido en las empresas maquiladoras. La inconformidad terminó en huelgas el 25 de enero del año pasado, siendo 44 empresas las que se fueron a paro de labores. Las demandas de los trabajadores eran las siguientes: aplicar el aumento al salario mínimo, ya que se había disfrazado con supresión de prestaciones y el pago del bono anual de $32 000. El conflicto se resolvió el 31 de enero, teniendo como consecuencias una pérdida económica de alrededor de cinco mil millones de pesos y más de seis mil trabajadores despedidos. El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) en Matamoros, mencionó que estás perdidas se deben a los días en los que la producción se detuvo, el pago de los salarios, el pago de los abogados y las sanciones por el retraso de los productos. El despido de los trabajadores se debió al ajuste en la plantilla laboral para realizar el pago a las demandas de los trabajadores.

Este mes se mostraron las cifras de la creación de trabajos formales durante el año pasado. Tamaulipas disminuyó su dinámica en este rubro, cayendo cerca de 94%. Las manufacturas representan alrededor de una quinta parte de la economía de Tamaulipas y al ser actividades económicas que requieren insumos tanto materiales como en servicios es un sector de arrastre. Las maquiladoras en Matamoros son empresas que venden principalmente al sector externo, es decir, a los países la demanda de servicios y productos se conforma en gran parte por los trabajadores, es por eso que una caída en la producción (con las huelgas) y con una menor cantidad de trabajadores contratados disminuye la demanda interna del estado y, por lo tanto, su dinámica económica.

Se perdieron trabajos y disminuyó su creación en comparación con el año pasado, pero ¿qué tipo de trabajos? Como se observa en la siguiente gráfica, desde 2009 el pago real (descontando el aumento de los precios) a los trabajadores de las empresas manufactureras en Tamaulipas tuvieron una caída desde 2010 hasta 2015, en donde comienzan a subir. Sin embargo, hasta 2018 los salarios recuperaron el nivel que tenían en 2010, en otras palabras, durante cerca de 8 años lo salarios no aumentaron. Fue hasta 2019 con la política de aumento del salario mínimo que se alcanzó el mayor nivel de salario desde hace más de 11 años ($10 993 mensuales). En el caso de las prestaciones sociales, estas han tenido una caída real desde 2008, es decir, las empresas cada vez pagan menos en vacaciones y cesantías (pago por despido). En cuanto a el aporte a la seguridad social, este se ha mantenido estancado desde 2008. Ambos tienen un alza en 2019 cambiando la tendencia que mantenían.

Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI

Se perdieron trabajos, pero se ganó calidad. Las huelgas permitieron aumentar las condiciones de los trabajadores. Esto es un pequeño paso para la reconstrucción del tejido social en la zona norte del país que es azotada por la violencia en la disputa por las plazas y el asentamiento del crimen organizado. Un aumento del salario, permite mejorar la calidad de vida de las familias, por lo tanto, de los jóvenes que ven como sustituto de la educación la ilegalidad. Mario Jurado en un artículo titulado Espacios de convivencia primaria e inseguridad en Matamoros, Tamaulipas menciona que “las largas jornadas laborales de los padres de familia y las temporadas de desempleo y subempleo limitan los tiempos para desarrollar actividades en familia, así como el de formar grupos de pares y de interés mutuo que lleven a fortalecer los valores de convivencia dentro y fuera de la familia”. Políticas como el aumento al salario mínimo generan mayor tiempo para el desarrollo de las actividades en familia al no tener que trabajar mayores jornadas de trabajo para poder pagar los gastos del hogar. El camino para reconstruir el tejido social de Tamaulipas (y el resto de la Zona norte) es largo, pero las acciones por la lucha de los derechos de los trabajadores (como las huelgas) tienen la intención de rescatarlo.