Hablando del buen fin, el consumo

El consumo como motor de la economía ha tenido vaivenes a lo largo de las 2 últimas décadas

Autor de imagen: Xataca
Jorge Zavaleta
20 de noviembre del 2019

El buen fin se celebró durante el fin de semana pasado (contando el puente), las rebajas y ofertas en las tiendas a lo largo del país suponen incentivos para que las personas gasten más, para aumentar el consumo. Este evento surgió como iniciativa del Consejo Coordinador Empresarial con apoyo del gobierno federal e instituciones bancarias, fue inspirado en el viernes negro de los Estados Unidos. La primera vez que fue implementado fue del 18 al 21 de noviembre del 2011 con la participación de cerca de 40 000 empresas llegando a duplicarse en 2017 con alrededor de 86 400 y casi triplicando el valor de ventas, comenzando en 2011 con 39 800 millones de pesos y alcanzando en 2019 112 400 millones de pesos. La intención de hacer aumentar el consumo durante estas fechas es incrementar a su vez la demanda agregada. La demanda agregada se compone por el consumo privado, el consumo del gobierno, la Inversión en creación de maquinaria y equipo nuevo y las exportaciones. Este aumento de la demanda agregada o total permite el incremento de la economía. Las compras de una persona son las ventas de otra, el gasto de una es el ingreso de otra. Al tener un fin con promociones las transacciones aumentan, movilizando la economía que ha venido de una desaceleración, estas ventas dan un respiro a la tendencia que se percibe en todo el mundo.

El consumo privado es el principal componente de la demanda total y, por lo tanto, uno de los grandes motores de la economía. Sin embargo, desde finales del siglo pasado la estrategia cambió, el motor ahora serían las exportaciones de mercancías lo que desplazó al consumo privado. En las últimas 2 décadas su papel como motor de la economía ha ido variando.

Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI

La gráfica 1 muestra cuanto representa el consumo de la demanda total de la economía (anaranjado) y del PIB (azul marino) en términos reales, es decir, se elimina el efecto de la variación de los precios lo que permite visualizar el comportamiento de las variables de mejor manera. En la gráfica 1 se puede observar que hay algunos picos “hacia arriba” a lo largo de las variables, estos se dan principalmente durante el cuarto trimestre de todos los años, es decir, durante octubre, noviembre y diciembre, ya que es en estas fechas cuando más se consume a lo largo del año. Observando la gráfica podemos dividir el comportamiento de la participación del consumo privado en tres momentos:

I. El primer trimestre de 1993 al tercer trimestre del 2003

La crisis bancaria que se esparció en la economía mexicana de 1994 hizo que el nivel de consumo disminuyera levemente, principalmente durante el primer trimestre de 1995. Sumado a esto la entrada en vigor el primero de enero de 1994 del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) propicio el aumento de las exportaciones, haciendo aumentar la demanda y el PIB nacional, lo que hizo disminuir la participación del consumo. Esta era la nueva estrategia de crecimiento del gobierno, crecer a partir de la venta externa, dedicarse más al mercado externo que al interno, sin embargo esto no significa que el consumo no haya crecido, de hecho creció un 47%, sólo disminuyo su participación en la economía.

II. El cuarto trimestre del 2003 al segundo trimestre del 2010

Durante este período de tiempo el consumo sólo creció un 7.1%, sin embargo aumentó su importancia en la demanda total y en el PIB. Esto fue a porque las exportaciones, la inversión y el consumo del gobierno se mantuvieron sin grandes cambios. El TLCAN se había asentado, mientras que los gastos de gobierno en consumo e inversión se mantenían relativamente constantes, lo mismo con la inversión privada. El consumo empezó a ganar un mayor peso como motor de la economía.

III. El tercer trimestre del 2010 al segundo trimestre del 2019

Durante este período el consumo ha crecido alrededor de 21.7%, pero ha empezado a estancarse como porcentaje del PIB y de la demanda total, llegando incluso a disminuir. Esto es porque las exportaciones de bienes y servicios han aumentado, ganando terreno en la economía como motor de ella, haciéndola caer a representar el 49% de la demanda total, niveles menores a los de la década de 1990. No obstante durante este período se implemento el buen fin, específicamente durante 2011 y como se observa en la gráfica 2, cada vez es más notorio el efecto de las ventas durante los últimos meses del año.

Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI