Escuchar otras voces para alcanzar el desarrollo

Boaventura de Sousa Santos dio una conferencia en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM donde se refirió a las ideas de ciencia que provienen del sur o de la periferia intelectual.

Autor de imagen: Miguel Galindo
Jorge Zavaleta
06 de febrero de 2020

Durante los últimos treinta años, las ideas teóricas de economía que se impulsan a través de la academia mexicana, provienen principalmente de movimientos intelectuales nacidos en Europa. En un artículo anterior se mostró que estadísticamente las ideas provenientes del viejo continente son las que mayor impacto tienen sobre el mundo intelectual, más allá de sólo economía. Esta hegemonía del saber se expande hasta llegar a los agentes tomadores de decisiones. Esencialmente las personas que se encuentran dentro del gobierno y rigen, mediante el juego político de realizar leyes, la vida económica y social de los países. En el caso de México, se esperaba que con la llegada de la nueva administración se implementara un nuevo modelo para el desarrollo económico del país. Si bien, a un año de iniciado el nuevo sexenio no es suficiente para realizar una evaluación exhaustiva, permite observar la tendencia de las políticas públicas que se llevarán a cabo. La idea del presidente es ir acrecentando el gasto en inversión mediante proyectos como la construcción del tren transístmico y la creación de la refinería de dos bocas. La idea es aumentar el crecimiento mediante el gasto de gobierno, sin embargo, esto responde a ideas provenientes de Europa al final de la segunda guerra mundial, situación diferente a la que se enfrenta nuestro país.

Boaventura de Sousa Santos es doctor en sociología del derecho por la Universidad de Yale y catedrático jubilado de Sociología en la universidad de Coímbra, Portugal. El día 4 de febrero dio una conferencia en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, en donde se refirió a las ideas de ciencia que provienen del sur o de la periferia intelectual.

Para Sousa Santos las ciencias sociales, como las conocemos actualmente, nacieron a finales del siglo XIX y principios del siglo XX gracias a las crisis como consecuencia de la revolución industrial. Hubo un gran avance hasta nuestros días, pero Sousa Santos se pregunta ¿han contribuido al bienestar de la población? ¿Cuál es la eficacia de tanto conocimiento? El nacimiento del límite en las respuestas que pueden dar las ciencias sociales a los problemas que nos aquejan vienen a partir de su propia creación, principalmente a través del colonialismo.

El colonialismo pasó de ser desigualdades de poder entre Estados a desigualdades de poder entre las ciudades y los pueblos. El mundo se divide en dos, la zona metropolitana donde se respetan los derechos y después la zona colonial, donde no se respetan los derechos, porque no se conciben como humanos. Es necesario que haya gente subhumana para que existan personas humanas. Sin embargo, las zonas metropolitanas se encuentran en problemas: las grandes desigualdades de ingreso y el inminente desastre ecológico han puesto en jaque las ideas que provienen de estos centros de generación de conocimientos. Sousa menciona que el colonialismo histórico termino con las independencias, pero evolucionó para insertarse en los países en forma de concentración de tierra, de racismo, de xenofobia. Sin embargo, esta estructura insertada en la modernidad occidental desde el siglo XVII no puede existir sin el capitalismo y el patriarcado. El conjunto de conocimientos nacidos en estas estructuras no puede dar las soluciones a estos problemas. El objetivo es bajar de escala el poder y observar que puede ser vencido, en este caso las ciencias sociales no han contribuido a este fin Para Sousa Santos los creadores de conocimientos se han vuelto carroñeros ideológicos, haciendo reciclaje de conocimiento, pues hay un agotamiento científico; un proceso iniciado en 1980. No hay alternativa y, por lo tanto, no hay política. Se crea un divorcio entre procesos políticos y procesos civilizatorio, desde 1980 las ideas de procesos civilizatorios encontrados en los partidos de izquierda dejan de estarlo.

La ciencia nacida de la lucha contra estas tres estructuras son las que Sousa Santos denomina epistemologías del sur, es decir, las ideas de la periferia intelectual, tales como los conocimientos indígenas son las que pueden dar paso a una salida frente a las estructuras erigidas hace siglos. Se requiere alternativas al desarrollo, descolonización del saber y del poder. No hay justicia global sin justicia cognitiva