¿Qué pasa con la gasolina?

La reforma energética prometía grandes mejoras en estos aspectos, sin embargo tras seis años los resultados de ésta han sido diversos, tanto buenos como malos.


Alan González
19 de julio del 2019

Una de las promesas más importantes que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador era hacer que los precios de la gasolina disminuyeran. Sin embargo, desde diciembre de 2017, cuando se liberó la gasolina a las fuerzas del mercado, los precios siguieron incrementando paulatinamente.

El pasado 15 de abril de 2019, en la conferencia del presidente se mostraron estadísticas que respaldaban que no se habían incrementado los precios del combustible por arriba de la inflación y que éstos se podían reducir en medida que existiera una competencia justa. Así mismo, mencionó que en promedio Chevron, Shell e Hidrosina (20.49, 20.23 y 19.99 pesos respectivamente) eran las empresas con precios más altos. Por otro lado, Pemex se mostraba a mitad de la estadística, con precios alrededor de 19.51 pesos. Sin embargo, es difícil determinar que el problema esta en empresas que venden caro debido a que la gasolina que venden es provista por Pemex y sin un análisis de costos por empresa no es factible determinar que hay abusos.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer que, en términos anuales, el precio promedio de las gasolinas y el resto de los combustibles que se comercializan en el país no bajan. Ante todos los esfuerzos hechos por el gobierno, como las estrategias contra el huachicol y el monitoreo de precios que se había ordenado, la gasolina Magna mostró un alza de 3.76%; en la Premium fue de 4.02%; y por último en el diésel, de 5.47%; con diferencias mínimas respecto a los incrementos contabilizados hace dos meses.

Un estudio realizado por el área de investigación económica del Banco de México, menciona que se deben de crear buenas condiciones en cuanto a seguridad e infraestructura para incrementar las inversiones y así incentivar la competencia en este ámbito. “La menor densidad geográfica de gasolinerías propicia menor competencia y mayores precios” según Banxico. Ante esto Ricardo Sheffield, cabeza de la Procuraduria Federal del Consumidor, aseguró que es necesario volver más atractivas a las zonas de “difícil acceso” para las grandes cadenas.

En conclusión, la baja competencia que existe en este sector ha hecho que los precios se hayan encarecido en los últimos años, sin embargo, debemos preguntarnos por qué existe una baja densidad de gasolineras si es un negocio con tan amplios margenes de ganancia. Una posible respuesta la podemos encontrar en las restricciones que existen en la instalación de nuevas estaciones de servicio.