Los pollos vuelan en los precios.

Fotografía: Bachoco

En México, la producción de carne de pollo representa casi la mitad de la producción total carnes. El mercado se ha expandido a una tasa de 2.8% desde 2003. No obstante, el crecimiento de la producción no ha sido suficiente para atender la demanda nacional. El huevo fértil es un producto fundamental para la producción de carne de pollo en gran escala. El país ha aumentado cerca de 500% sus importaciones desde 2012. A nive

l de entidad federativa, los estados que representan la mayor parte de la producción son Jalisco, Veracruz, Aguascalientes, Querétaro y Durango, que proveen 51% de la oferta. Los prec

ios del pollo se mantienen constantes a lo largo del año, mostrando algunas variaciones en determinadas fechas; por lo general, no varia demasiado a los años anteriores. 2019 ha sido un año diferente, Arturo Calderón, presidente de la Asociación Nacional de Avicultores, explica que la epidemia de peste porcina africana que ataca a China está generando un desorden mundial en los precios de la proteína mundial, y es que ante la disminución de la carne de cerdo, la sustitución más rápida y directa es la carne de pollo lo que provoca en automático un encarecimiento de la misma.Como se

menciono anteriormente, México es un importador relevante de carne de pollo, entonces hay un impacto también en los precios que ocasionaron que el kilo llegara a precios bastante altos, incluso según un anuncio de La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), se mencionó que el kilo de pechuga de pollo había llegado a los 131 pesos en la Ciudad de México, por lo que había superado el precio récord del aguacate en 2017, cuando llegó a costar 130 pesos el kilo. Ricard

heffield, titular de Profeco mencionó que aunque la situación ya se detuvo y comenzará la baja de precios luego de una mayor producción nacional y con las importaciones provenientes de Estados Unidos y Brasil. Por últi

mo, es importante que se mantenga un precio accesible, según la Unión Nacional de Avicultores, en los últimos años el pollo mexicano se ha consolidado como la carne preferida por las familias del país, el consumo per cápita ha aumentado de manera importante, pues se triplicó desde inicios de los años noventa y actualmente es de 26.5 kilogramos al año. Las proyecciones indican un posible crecimiento de 10% hacia 2025.