Relato de un día increíble

Las condiciones meteorológicas pronosticadas desde una semana antes para el lunes 14 de diciembre de 2020, el día del eclipse solar total, eran muy adversas en toda la Patagonia, especialmente en la zona Este cercana al mar. Se esperaban ráfagas de viento de 80 km/h combinadas con gran porcentaje del cielo nublado en toda la zona correspondiente a las localidades de El Cóndor, La Lobería, San Antonio Oeste y Las Grutas. A medida que uno se alejaba del mar hacia el Oeste, la presencia de nubes supuestamente disminuía y, en contraposición, aumentaba la velocidad del viento. Por ese motivo, muchos de los observadores que tuvieron la posibilidad, decidieron abandonar las zonas cercanas al mar y recorrer 100 o 200 km por la ruta 23 tierra adentro con el fin de poder observar el eclipse total. En consecuencia, las localidades de Valcheta, Ramos Mexía y Sierra Colorada fueron incorporando a último momento muchos observadores que, de otro modo, hubiesen observado el fenómeno desde la costa rionegrina. Por su parte, la localidad de Piedra del Águila, alejada del mar y de la Cordillera de los Andes, tenía el mejor pronóstico que preveía cielo absolutamente despejado acompañado de muy alta velocidad del viento. La pregunta que nos quedaba era si efectivamente el pronóstico se iba a cumplir o nos iba a jugar una mala pasada. Nosotros no teníamos ninguna posibilidad de movernos de localidad ya que éramos organizadores de la observación pública en Valcheta, por lo que esperábamos que el tiempo nos acompañe. En este sentido, cuando ese día salimos desde Las Grutas a las 7 de la mañana, el cielo se encontraba totalmente nublado sin posibilidad de ver el Sol. Por el contrario, mientras avanzábamos por la ruta 23, el cielo en el horizonte se nos mostraba despejado, lo cual pudimos confirmar con gran alegría cuando llegamos a Valcheta.

Un rato después ingresamos al predio, estacionamos nuestro micro y comenzamos a bajar y a cargar todo el equipamiento para poder compartir con los asistentes las observaciones que íbamos a realizar, lo que incluía varios telescopios con distintos métodos de proyección (en computadora, en celular, en pantalla), cámaras oscuras, anteojos para eclipses y filtros de máscara de soldar. En ese momento, el cielo comenzó a cubrirse de nubes, se levantó viento y se puso fresco. Siendo las 9 de la mañana, el pronóstico se volvió poco alentador. Pero teníamos la esperanza de que las condiciones mejoren para el momento del inicio del eclipse, unas tres horas más tarde.

Afortunadamente, el tiempo comenzó a mejorar paulatinamente mientras seguíamos armando y, a eso de las 10 hs, se levantó bastante viento y el cielo se despejó repentinamente. En ese momento, ingresó al predio Arabela Carreras, la gobernadora de Río Negro, quien dialogó con nosotros acompañada de la intendenta de Valcheta, Yamila Direne. Durante varios minutos, pudimos contarles cómo iba a ocurrir el fenómeno, mostrarles nuestro equipamiento y presentarles a algunos de los estudiantes de nivel medio de nuestro grupo. Luego, los chicos continuaron armando los equipos para la observación pública y, a eso de las 10.45 hs, ya teníamos nuestros telescopios y cámaras apuntando al Sol en un día con el cielo con pocas nubes. Parecía que el pronóstico de mal tiempo no se iba a cumplir, por lo que estábamos muy ilusionados y optimistas.

Los protocolos de salud pública debidos a la pandemia de Covid19 modificaron nuestra organización de la observación pública y de la forma de armado de nuestros equipos. En este sentido, además de las remeras alegóricas para el grupo, realizamos nuestros propios tapabocas Eclipse solar 2020, los cuales utilizamos en forma continua durante todo nuestro viaje. Al mismo tiempo, en la observación pública dispusimos nuestros equipos separados a una cierta distancia prudencial con el fin de que la gente pudiera pasar a observar por ellos con cierto distanciamiento. A su vez, cada telescopio disponía de un sistema de observación especial que evitaba que las distintas personas tengan que apoyar su ojo en el ocular. Uno de ellos mostraba la imagen en un celular colocado sobre el ocular utilizando un adaptador, otro utilizaba una cámara colocada en el telescopio para mostrar la imagen en una computadora y, por último, en otro telescopio se proyectaba la imagen del Sol dentro de una caja. A su vez, poseíamos unos prismáticos con filtros para eclipses y vidrios de máscara de soldar para prestar a los asistentes. los cuales serían sanitizados luego de ser utilizados. Todo nuestro sector se encontraba armado, listo para la observación y con cielo despejado (aunque ventoso) una hora antes del inicio del eclipse solar. ¡Se venía un gran eclipse!

Con todo listo para el inicio del eclipse, comenzamos a visualizar y filmar lo que estaba sucediendo en el predio, en donde ya se habían juntado más de 300 personas. Sin embargo, a medida que transcurrían los minutos, el cielo se fue cubriendo paulatinamente hasta que, cerca de las 11.30 hs, se largó a llover. Pese a que hubo que tapar todos los equipos, nadie se movió de su lugar mientras rogábamos que el chaparrón sea pasajero. Afortunadamente, duró menos de 5 minutos, aunque el cielo continuaba muy nublado. Faltaban poco más de 10 minutos para el inicio de la fase parcial del eclipse solar...

¡Y comenzó el eclipse solar! Pese a la gran nubosidad presente en gran parte del cielo, a las 11.55 hs logramos ver el Sol detrás de las nubes utilizando los anteojos para eclipses y otros filtros. ¡Tenía un pequeño sector arriba a la izquierda tapado por la Luna! Todos los presentes festejamos el poder ser testigos del comienzo de tan sensacional fenómeno. De allí en adelante, casi toda la etapa de parcialidad transcurrió con nubes surcando el cielo, haciendo visible de a ratos cómo la Luna se movía de izquierda a derecha por delante del Sol. Sin decirlo en voz alta, todos nos preguntábamos si el cielo mejoraría para los dos minutos de totalidad (entre las 13.16 y las 13.18 hs), cuando la Luna iba a ocultar completamente al Sol...

¡Y así transcurrimos la primera hora del eclipse! Pese a las nubes pudimos ver el Sol a través de ellas, o incluso sin ese obstáculo ya que algunas zonas del cielo se iban despejando de a ratos. Sin embargo, a las 13 hs el cielo se cubrió nuevamente en forma total, se levantó más viento y parecía que iba a llover de nuevo. En esas condiciones, la totalidad iba a ser muy difícil de observar a través de la nubes ya que el Sol sería cubierto totalmente, por lo que su brillo iba a disminuir notablemente. Nos quedaban 15 minutos de esperanza de que esto no sucediese. El pronóstico era muy desalentador y nada indicaba que pudiésemos observar la totalidad. ¡Qué ingrato es viajar miles de kilómetros a ver un eclipse solar y tomar conciencia que es posible que no lo logres debido a las nubes! ¡Y que tampoco podrán hacerlo todas las personas a las que invitamos para compartir la observación! En ese contexto muy negativo, no nos llamó mucho la atención que algunos de los asistentes hayan decidido hacer un bailecito pidiendo que se despeje el cielo. ¡O que con los chicos de Osiris nos pongamos a comer churros con dulce de leche para levantarnos el ánimo! [¡Excelentes los churros Monic que nos regalaron!] Eran las 13 hs, el Sol no se veía en absoluto y faltaban 15 minutos para la totalidad... ¡Qué panorama difícil teníamos en ese momento!

Entonces, unos 5 minutos antes de la totalidad y como si fuera una película preparada para nosotros, el cielo se despejó de nubes en el preciso sector donde se encontraba el Sol, quedando nublado gran parte del resto del cielo. ¡El grito de euforia llenó el predio y comenzamos a prepararnos para la mejor, que estaba por venir! Tomamos el megáfono y comenzamos a contarle a los presentes lo que podían ir observando a medida que el momento central se acercaba. Así, con un entusiasmo increíble a costa de todos los nervios vividos, llegamos a presenciar la totalidad prácticamente sin nubes durante los dos minutos que duró. La emoción fue tanta que la gente comenzó a gritar "Valcheta, Valcheta" y "Osiris, Osiris", lo que incrementó aún más nuestro entusiasmo. A continuación se muestran algunos videos que evidencian la emoción vivida. Noten el viento que se levantó durante la totalidad y que las nubes ya no eran tantas como 10 minutos antes. ¡Increíble! También se presentan algunas de las fotos del Sol que obtuvieron Francisco y Leonardo Heredia durante la totalidad.

Una vez pasada la emoción de la totalidad, se levantó cada vez más viento y, paulatinamente, el cielo se fue despejando completamente, lo que permitió observar sin inconvenientes la fase final del eclipse, de la que todavía faltaba más de una hora. Sin embargo, mucha gente comenzó a retirarse porque, sin dudas, lo mejor ya había pasado. Nosotros nos quedamos sacando fotos casi hasta el final, cuando en el predio quedaban pocas personas y el viento que soplaba era extremadamente fuerte. Sin embargo, quedamos asombrados y muy felices de haber tenido la posibilidad de observar este eclipse solar pese a que las condiciones meteorológicas fueron muy adversas. Mientras las personas se retiraban, nos fueron brindando infinidad de agradecimientos por la labor realizada antes del eclipse (desde nuestra página web www.eclipses.com.ar), por las charlas llevadas a cabo en Las Grutas y, sin dudas, por este gran eclipse solar y por el lugar elegido para observarlo y compartirlo con los demás. Fuimos la única observación pública y gratuita de toda la provincia de Río Negro, lo que nos llena de absoluto orgullo en este contexto de pandemia, habiendo contabilizado la presencia de unas 1000 personas en todas las actividades que llevamos a cabo.