Situada en una "hoya" rodeada de montañas, Málaga ha tenido una historia compleja por las dificultades de comunicación con el interior, siendo su principal enlace con los demás pueblos (hasta el desarrollo de las comunicaciones) por mar, a través de su puerto. Paso natural a África siempre ha sido punto de encuentro y de intercambio de culturas, desarrollando una actividad comercial que estuvo apoyada en ese puerto.
Los primeros en pisar tierra malagueña fueron los fenicios quienes no sólo encauzaron el proceso de civilización de poblaciones indígenas malagueñas con su comercio, su moneda y alfabeto, sino que mejoraron la agricultura e incorporaron la metalurgia del hierro, el trabajo de los metales preciosos y la transformación artesanal de las pesquerías.