Las glándulas sudoríparas y las glándulas sebáceas extraen materiales de la sangre y los convierten en sustancias nuevas. 

El funcionamiento de estas glándulas son importantes para el mantenimiento y la salud de la piel. 

Las glándulas sudoríparas junto con las glándulas sebáceas, el cabello y las uñas integran los anexos de la piel.

Anexos de la Piel: glándula sebacea (apocrina) , glándula sudorípara (ecrina), pelo (foliculo piloso), uñas.

• Las glándulas sudoríparas desempeñan un papel crucial en la termorregulación del cuerpo. Cuando la temperatura corporal aumenta, estas glándulas liberan sudor, que al evaporarse en la superficie de la piel, ayuda a enfriar el cuerpo. 

• Mayor concentración en las palmas de las manos, las plantas de los pies y las axilas. 

• Además de regular la temperatura, también desempeñan un papel en la eliminación de toxinas del cuerpo. A través del sudor, se expulsan sustancias como sales, urea y pequeñas cantidades de metales, contribuyendo así a la limpieza interna.

• La glándula sebácea es responsable de la producción de sebo, un aceite natural que ayuda a mantener la piel suave y flexible. Previene la sequedad y protege la piel de factores externos como el viento y la contaminación.

• Se encuentran en toda la piel, con una concentración más alta en áreas como la cara y el cuero cabelludo. 

• Estas glándulas experimentan un desarrollo significativo durante la pubertad, bajo la influencia de las hormonas sexuales. El aumento en la producción de sebo durante esta etapa puede contribuir a la aparición de la piel grasa y espinillas.