16/11/2016
Sólo media hora había transcurrido desde las siete de la mañana del dieciséis de noviembre, y aunque faltara una hora para dar comienzo a las acreditaciones, Alberto Lambertucci ya se encontraba en la entrada principal. El lugar elegido para realizar el congreso era el Campus de la Universidad Blas Pascal, ubicado en barrio Arguello de la Ciudad de Córdoba. Pequeñas y esporádicas gotas de lluvia rozaban los hombros de los organizadores, quienes aún se mantenían esperanzados ante un posible error en el pronóstico meteorológico que anunciaba grandes precipitaciones. Mientras los responsables del catering iban y venían acomodando todo lo necesario para recibir a los asistentes, Lambertucci le comentaba a Waldo Geremia lo emocionado que estaba por participar en este proyecto. El ingeniero Geremia es el principal organizador del programa; se desempeña como Gerente de Desarrollo Organizacional de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC) y es Director de la carrera de Ingeniería Informática en la UBP (Universidad Blas Pascal). Una cierta excitación era palpable en el ambiente. Cada participante de la comisión organizadora estaba empeñado en comprobar hasta el más mínimo detalle para que la jornada cumpliera su objetivo: Motivar y aportar al uso responsable y seguro de la energía eléctrica.
Alberto no había tenido la oportunidad de descansar mucho, "a las tres de la mañana salimos para llegar acá" comentaba como explicación para su temprana asistencia al lugar. Sin embargo, se mostraba entusiasmado y ansioso por compartir su experiencia. Lambertucci se desempeña como director de una escuela técnica en Cruz Alta, localidad de Marcos Juárez. Incentivado por el programa USORES (para el uso responsable y seguro de la energía eléctrica) llevado a cabo por la EPEC, Alberto diseñó su propio proyecto. Junto a sus alumnos desarrolló una propuesta para lograr el ahorro energético en su localidad, a partir del reemplazo de luminarias por lámparas led. Su trabajo tuvo tanto impacto que hasta el intendente apostó por el mismo y automáticamente se puso en marcha. El lluvioso miércoles 16 de noviembre, Lambertucci junto a ocho de sus estudiantes y un secretario de la municipalidad, habían madrugado para contarles a otros de su logro. Ellos constituían uno de los equipos encargados de demostrar las posibilidades de aplicación reales de las medidas contra el uso irresponsable de la energía eléctrica.
Dos horas después, doscientas personas, en su mayoría docentes, conversaban mientras se acreditaban en la recepción. Cada uno ingresaba húmedo, por la suave llovizna que aún no cesaba, y se acercaba agradecido a recibir una bolsa con el material del evento y un ansiado vaso de café caliente. El segundo congreso educativo sobre el uso responsable y seguro de la energía eléctrica fue organizado en conjunto por la EPEC, la UBP y el Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba. Por tal motivo, era de suma importancia que los representantes de cada institución estuvieran presentes para dar comienzo al evento. Norma, trabajadora de EPEC e integrante de la comisión organizadora, comenzaba a preocuparse. Su angustia no fue muy prolongada. A las diez horas y treinta minutos, el Secretario Sánchez (en representación del Ministerio de Educación de Córdoba), Jorge González (Presidente de EPEC), Juan Grosso (Vocal del directorio de EPEC), y Alejandro Consigli (Rector de la UBP) se encontraban ubicados en primera fila, dispuestos a dar comienzo al congreso. Los discursos de bienvenida fueron breves y en su mayoría destacaron la importante labor de los docentes que transitaron “la ruta de la energía”: circuito turístico y educativo impulsado por el programa USORES. La mayoría de los presentes en el congreso se levanta de su asiento cuando el ingeniero Geremia solicita que se pongan de pie todos aquellos participantes del proyecto de la ruta de la energía."Ustedes son los protagonistas" afirmó Waldo Geremia dirigiéndose agradecido a todos los docentes presentes en la sala.
En el marco del plan quinquenal de EPEC, puesto en marcha desde el año 2015, se desarrolla un circuito educativo que tiene la intención de formar docentes que puedan multiplicar el mensaje de USORES (uso responsable y seguro de la energía eléctrica) generando acciones concretas en las aulas escolares. Este proyecto se denomina “La Ruta de la Energía” y abarca las principales usinas de la Provincia de Córdoba. Durante el recorrido, que ya realizaron 300 docentes de 150 instituciones educativas, se realizan capacitaciones teóricas y prácticas que luego los docentes traducen en proyectos escolares propios.
Ramiro Rodríguez y Gabriel Gómez fueron los encargados de dictar las primeras conferencias. Las temáticas elegidas fueron el desafío ambiental y la eficiencia energética. Rodríguez, dio aviso y aclaró que se iba a desplazar por el escenario mientras exponía, “generalmente el estrado me tapa”, comentó bromeando en referencia a su estatura. La respuesta positiva a esta simple broma para romper el hielo dejó ver la buena predisposición por parte de los asistentes. Estaban dispuestos a desempeñar el papel de “buen alumno” y a preguntar, opinar y participar tanto como fuera necesario para aprender.
Talleres, mesas de debate y más conferencias...
Al salir de la sala de conferencias, los asistentes se encontraron con mesas llenas de medias lunas, criollos y bebidas calientes. “Los docentes no están acostumbrados a recibir cosas gratis, para todo hay que pagar. Por eso cuando les regalan cosas las aprovechan al máximo” me comentaba Mónica, una docente, mientras las bandejas de comida se vaciaban rápidamente. Sin embargo, el desayuno no fue una distracción de la tarea principal y unos minutos después, cada asistente se dirigía al aula indicada para participar del taller en el cual se encontraba inscripto.
Las opciones eran muy variadas: desde la utilización de títeres en el aula hasta el potencial de las TICs (Tecnologías de la información) como recurso, pasando por los juegos de mesa como herramienta pedagógica. Todos estos talleres tenían el mismo fin: aportar recursos didácticos que los docentes pudieran aplicar directamente en el aula, para incentivar los buenos hábitos de consumo de la energía eléctrica.
Nueve maestras, acomodadas formando una ronda, miraban atentamente la montaña de rectángulos de telas de colores ubicados en el centro del aula. Lo único que absolutamente todas tenían en común era la curiosidad sobre la actividad que estaba a punto de comenzar. Miriam Urrutia, docente de nivel inicial y titiritera desde hace varios años, decidió compartir sus recursos didácticos para crear buenos hábitos de consumo eléctrico. Como coordinadora de este taller combinó ejercicios de teatro con conocimientos propios para introducir a las docentes en el mundo de los títeres. Le pidió a cada una que tomara una de las telas de colores y las ayudó a construir un títere con este simple recurso. Así fue que nacieron Yolanda, Timoteo, Lola, entre otros personajes que se desempeñarían como mensajeros del uso seguro y responsable de la energía eléctrica ante los más pequeños. Cuando se trata de capacitaciones docentes es fundamental lograr una articulación entre teoría y práctica. El taller dirigido por Urrutia se proponía compartir una posibilidad de aplicación del contenido teórico en el contexto real de lo escolar. "Yo les propongo esto porque sé que lo van a poder hacer con las cosas que tienen en su escuela. Los títeres que vamos a hacer hoy los pueden hacer hasta con una sábana" les comentaba Miriam a las asistentes al taller.
Aquel que no se encontrara interesado en los talleres podía participar de mesas de debate o de diferentes conferencias. La variedad de opciones hizo que cada asistente encontrara un lugar en el evento y que todos se mantuvieran interesados.
Simultáneamente, en el “aula botín” de la universidad, se desarrolló la “Hackaton USORES” coordinada por Oscar Gencarelli, en la cual participaron alumnos de la universidad y de escuelas técnicas cordobesas . El ingeniero Gencarelli es responsable de la vinculación universidad-empresa de la UBP y considera que este espacio posibilitó “que los alumnos pudiesen desarrollar proyectos innovadores sobre la temática". La propuesta que se les presentó a los jóvenes participantes fue la de desarrollar aplicaciones, principalmente para teléfonos móviles, que pudieran contribuir de alguna manera al uso eficiente de la energía eléctrica. Durante toda la mañana, los estudiantes de las carreras de ingeniería de la UBP y los estudiantes de escuelas técnicas trabajaron para cumplir este objetivo. Más tarde expusieron los resultados de su trabajo frente a todos los asistentes al congreso.
Puesta en común.
A la hora del almuerzo, tanto disertantes como organizadores y participantes se dirigieron a la cantina dispuestos a recuperar fuerzas para seguir trabajando. Los docentes no presentaban ningún problema a la hora de compartir una mesa y esto llevó a un inevitable intercambio de opiniones. Las conversaciones que acompañaban la comida eran en su mayoría referidas a las actividades realizadas anteriormente. Todos parecían conformes con lo trabajado. Era momento de que cada uno compartiera sus experiencias con otros docentes.
Cada taller debía exponer su propuesta pedagógica, y así fue como Yolanda, un títere hecho con un metro de tela, logró un espacio de protagonismo en un congreso relacionado con la energía eléctrica. Luego, fue el turno de los talleres de juegos de mesa y del taller sobre el uso de las TICs. Por último, se expusieron las conclusiones resultantes de las mesas de debate.
El objetivo del congreso era ser un incentivo para que cada docente participante se animara a iniciar su propio proyecto relacionado con el uso responsable de la energía. Para lograr dicho propósito, algunos docentes compartieron su experiencia en relación a esta temática. Josefina Sendra y Miriam Urrutia presentaron su iniciativa para concientizar en el nivel inicial, en la sala de tres años. Ellas elaboraron "La Cumbia de la eficiencia energética". Y aunque pareciera que los términos "nivel inicial", "cumbia", y "eficiencia energética" no pueden convivir en una misma frase, este congreso logró unirlos. El resultado fueron doscientos docentes sonriendo ante un video en el cual niños bailaban alegremente al escuchar cantar sobre las formas de utilizar la energía responsablemente. Alberto Lambertucci, después de tan largo trayecto recorrido para asistir al congreso desde Cruz Alta, también tuvo oportunidad de compartir su iniciativa.
Cuando se proponen acciones para disminuir el impacto del ser humano en el planeta, se suele apuntar a autoridades o a cada ciudadano en particular. Pero este evento está destinado específicamente a los docentes. ¿Será esta la mejor vía para concientizar a los hombres sobre la responsabilidad ambiental que conllevan sus acciones? De esto está convencido Waldo Geremia, aunque el proyecto abarca simultáneamente el trabajo con el Ministerio de Educación, con empresas y con usuarios particulares. “Los docentes tienen la posibilidad de multiplicar las buenas prácticas y generar en los alumnos conductas de vida y ejemplos a imitar por pares y adultos” afirma convencido el ingeniero.
Los sorteos anunciaban el final de la jornada cerca de las siete de la tarde. Cada docente se retiró del campus manifestando su predisposición a seguir trabajando sobre la temática. Y, aunque parecía poco probable, ya no quedaba ni un indicio de la lluvia que temprano amenazaba con asistir al evento.