Comunidad Sikilli es un espacio dedicado al desarrollo del ser, en el que buscamos la conexión armónica del cuerpo, la mente y el espíritu como parte de un ecosistema del alma. El propósito que nos orienta a transitar por caminos y senderos en busca de un bienestar integral con uno mismo, con el otro, con la comunidad y con la naturaleza, es el reencontrarse a partir de talleres vivenciales y espacios amigables, que nos invitan a abordar, reflexionar y trabajar sobre nuestra propia existencia, reconociendo que somos parte del todo, y que nuestras acciones pueden transformar nuestros espacios de convivencia, y a nosotros mismos.

Esta nueva propuesta, nace de la conjunción de un equipo multidisciplinario de profesionales en las áreas de psicoterapias sistémicas, que abarcan desde lo convencional hasta lo alternativo bajo un concepto holístico de herramientas del bienestar emocional, con iniciativas de turismo consciente, que incluyen actividades de ecoturismo, senderismo y reconexión con la naturaleza.

Para este fin, contamos con un centro talleres en la población de Yanacachi de la provincia Sud Yungas del departamento de La Paz, lugar en que realizamos nuestras dinámicas tipo retiro, en un entorno completamente natural.

Si bien la propuesta como Comunidad Sikili que estamos denominando turismo del bienestar es nueva, la experiencia del equipo en este tipo de actividades es amplia y de varios años atrás, y hay una gran cantidad de personas que han logrado su desarrollo personal y ecología del ser.

¿Por qué Sikili?

El árbol Sikili, presente en todos los Yungas de La Paz, como protagonista dentro del ecosistema, es una representación simbólica y literal de la interdependencia que existe entre todos los seres vivos. Este tipo de árbol no solo proporciona un hábitat y alimento para distintas especies, sino que también es un elemento vital en la cadena de nutrientes del suelo, en la purificación del aire y en la regulación del clima, aspectos fundamentales para el equilibrio de la vida en su entorno.

Haciendo una comparación del desarrollo del ser, el Sikili en el ecosistema puede ser una metáfora del rol que cada individuo tiene en la “red de la vida”; así como el árbol no existe en aislamiento y su bienestar depende de su conexión con el suelo, el agua, la fauna y otros árboles, el ser humano también encuentra su realización y bienestar en la conexión en armonía con los demás y con el entorno natural.

El Sikili, conocido en algunas tradiciones indígenas y de sabiduría ancestral, es visto como un símbolo profundo de conexión con la naturaleza y el espíritu. Este árbol suele ser asociado con la fuerza, el crecimiento y la expansión de la conciencia sirviendo como un espejo de las etapas del desarrollo humano y espiritual.

En el desarrollo del ser, el Sikili representa una conexión directa con las raíces y la tierra, simbolizando la importancia de tener una base sólida en los valores y el autoconocimiento; su tronco fuerte y resistente, sugiere la capacidad de sostener y soportar las dificultades de la vida, al igual que el crecimiento interior de una persona hacia un estado de equilibrio y fortaleza. A medida que el árbol crece, sus ramas se extienden hacia el cielo representando el alcance y la apertura de la conciencia, así como el deseo humano de alcanzar planos superiores de conocimiento y espiritualidad; en términos más espirituales, este árbol es un símbolo de la vida cíclica, del renacimiento y de la relación sagrada entre el ser humano y su entorno natural.

¿Por qué comunidad?

Las personas que participan de nuestras actividades, acaban formando parte de una comunidad entre todos los demás participantes, promotores del proyecto y otros instructores, couches y mentores que trabajan en el mismo.

La riqueza de pertenecer a esta comunidad radica en que al tratarse de un grupo de personas con intereses y necesidades comunes de equilibrio del yo interior, dejan de afrontar solos las vicisitudes de la vida y cuentan con una red de contención emocional, tanto desde iguales, como de los profesionales que impulsan el proyecto.