HISTORIA DE LA BIBLIOTECA

La biblioteca del instituto se encuentra en un lugar realmente privilegiado: en la base de una torre circular o cubete artillero, cuyo muro tiene un grosor de 5,8 m. Fue construido por Francisco Fernández de la Cueva, II duque de Alburquerque, en el primer tercio del siglo XVI, modificando tal vez un cubo anterior de Álvaro de Luna. La biblioteca está cubierta por una bóveda de ocho nervios radiales, construida probablemente también por éste último (en la clave estaría su escudo, luego desmontando para convertirla en pozo de suministros).

Presenta una sonoridad especial, pues todo lo que se habla en voz baja en uno de los lados de la sala se puede escuchar perfectamente al otro lado. El punto de mayor sonoridad se halla bajo la clave y disminuye hacia los extremos, por lo que se piensa que pudo ser proyectada como sala de reuniones, aunque también se ha apuntado a su uso como mazmorra o como capilla. Pero en el s. XVI tuvo con probabilidad una función de sala de recepciones, a cuyo servicio se abrió una chimenea renacentista, de la que se conserva el hueco hoy en día[1]. Esta original sala comenzó a acondicionarse en el año 2002, sin uso concreto. Pocos años después se habilitó como biblioteca.


[1] Los datos sobre esta sala han sido tomados del libro de Mª Rosario Mondéjar Manzanares:. "Apuntes para la interpretación de un Castillo": El Castillo de Cuéllar (Segovia, 2007).