Llibres en llengües de la Q a la Z penjats / Libros en lenguas de la Q a la Z subidos
Título: Mali Kraljič
Editor: Editor Tintenfass
Lugar: Neckarsteinach, Alemanya
Año: 2009
Traductor: Walter Breu; Nicola Gliosca
ISBN: 978-3-937467-60-3
Za Léon Werth
Sa skuzivam s tunimi diciami ka sa dedika ovi libar jenomu čeljadu velkomu. Jimam jenu skuzu seriju: Ovi čeljada velki je nabolji mičicja ka jimam na Sfit. Jimam drugu skuzu: Ovi čeljada velki more razumit tuna, pur libra za dicov. Jimam pur jenu tèrc skuzu: Ovi čeljada velki živi Lafrandža, di je lačan aš jima zimu. Jima čuda bezanja za bit kumolan. A si tuna ove skuze ne baštaju, bi tija dedikat ovi libar ditatu ka ovi čeljada velki je bija prije. Tuna one velke su bil dica jenu votu. (Ma mala do'njihi sa arkordaju). Zato ja kuredživam moju dediku:
Za Léon Werth, kada biša dita.
Los fragmentos que pueden leerse a continuación son el inicio del primer capítulo de Le Petit Prince escritos en serbio, croata y croata molisià respectivamente. A pesar de las múltiples similitudes entre el texto serbio y el croata, estas dos hablas actualmente son consideradas dos lenguas independientes. En cambio, a pesar de no haber tantas semejanzas a la hora de comparar los fragmentos segundo y tercero, el croata y el croata molisià son considerados dos partes de un mismo idioma.
Jednom, kada mi je bilo šest godina, video sam čudesnu
sliku u nekoj knjizi o prašumi. Knjiga
se zvala „Istinite priče”.
Serbi
Kad mi je bilo šest godina, vidio sam jednom prilikom
jednu veličanstvenu sliku u nekoj knjizi o prašumi koja
se zvala »Istinite priče«.
Croat
Jenu votu, kada jimahu šest gošti, utra jena libar
zgora Dubrave Verdžine, ka
sa zovaša «Fata Živjane».
Croat molisià
Si alguien es aficionado al secesionismo lingüístico, los Balcanes serán su meca. A menudo se ha dicho que serbio, croata, bosnio y montenegrino son cuatro maneras de hablar una misma lengua. Si esta manera atomizada de hablar del eslavo meridional, una lengua sin nombre, no se ha atomizado más aún entre etnias y nacionalidades. Poco que ver tienen un bosnio musulmán con un señor de Voivodina, ortodoxo. De todos modos, por poco o mucho que tengan que ver los unos con los otros es un hecho incuestionable es que el que habla en las ciudades de Podgorica, Zagreb, Belgrado o Tuzla son variantes de una misma habla. Como todo idioma tiene variantes habladas por varias comunidades. Lo que ha pasado aquí, en gran parte, es que cada etnia eslava ha hecho suya la lengua para fortalecer así su cohesión nacional. Grandes o pequeñas, las lenguas forman naciones con gentilicio: portugueses, franceses, ingleses, catalanes, valones, éuscara, eslovenos ...
Es por esta razón étnica que el croata molisià, la lengua que hoy nos ocupa, es considerada croata. Bien fueron cruzados quienes viajaron hasta la provincia de Molise. Los eslavo-molisians son los alguereses los cruzados. Una comunidad lingüística aislada en Italia que llegó hace siglos y siglos y que allí se ha mantenido y ha evolucionado de una forma no necesariamente igual a la del resto de dominio lingüístico.
Esta habla se puede sentir a tres municipios de la provincia de Molise y son Mundimitar, Filič y en menor medida a Kruč. Allí es habitual oír nombrar su lengua como Na-jezik, que quiere decir nuestra lengua, o bien Na-Nasu, que quiere decir a nuestra manera. De nuevo nos encontramos ante una lengua aparentemente sin nombre. Sin embargo, el nombre no hace la cosa y por ahora es uno de los menores problemas a los que se enfrenta la comunidad croata molisiana. Actualmente la Na-jezik es causada por un millar de personas según Ethnologue. Ni Italia ni la administración local ha movido ninguna ficha por el reconocimiento ni la protección de esta habla.
Su historia remite a finales del siglo XV. En aquel momento los colonizadores cruzados de este lugar eran refugiados que huían de la guerra que perpetraban los invasores y conquistadores turcos en la península balcánica. 600 años de historia croata que cuelga de un millar de personas, la mayor parte de los cuales, con edad avanzada. Se cuenta que en el siglo XIX había aproximadamente unos 10.000 hablantes de croata molisià, cifra que contrasta con los 1.000 que quedan a comienzos del siglo XXI.
Hablar de croata molisià es hablar de un modelo de lengua eslava meridional casi exenta de léxico de origen turco aunque sí es cierto que se ha visto influida en muchos aspectos por el adstrato románico que la rodea.