Contexto

Durante las últimas décadas, el impacto ambiental causado por el hombre ha ido aumentando y sus graves consecuencias, como el cambio climático, están en las primeras líneas de la agenda internacional. Después de más de 50 años de los primeros análisis de ciclo de vida y más de 40 años de la crisis del petróleo, numerosas entidades estamos tratando de resolver estos problemas seriamente.

Los edificios y su construcción causan una parte importante de este impacto ambiental. Por ejemplo, en Cataluña, los procesos constructivos y el uso resultante de los edificios causan el 32% del consumo de energía y el 30% de los residuos sólidos generados.

En las escuelas de Cataluña y España hay una problemática específica en cuanto a la necesidad de protecciones solares. La razón principal es que gran parte de estos centros se construyeron en períodos cortos de déficit excepcional, los años 1960, 1970 y 2000. En estos períodos, miles de centros fueron levantados con plazos y costes ajustados que en numerosos casos no permitir resolver la protección solar de ventanas orientadas al sur, este y oeste. En estos casos las ganancias térmicas y / o la iluminación natural son superiores a las máximas confortables para la docencia. En algunas escuelas estos problemas hacen necesaria la construcción de nuevas protecciones solares para un uso confortable de los espacios educativos.

Además, estos edificios escolares donde las nuevas generaciones aprenden durante gran parte de su infancia, pueden tener un papel activo en su aprendizaje sobre temas ambientales. Por ejemplo, si la arquitectura tiene una elevada eficiencia energética y utiliza materiales reciclados, el propio edificio puede ser material didáctico de elevado valor.

Dichas protecciones solares pueden incorporar captadores de energías renovables y en su diseño y construcción es muy interesante que participen sus usuarios.