"La perturbadora ópera prima de Ángel Vela tiene un doble mérito: no parecer en absoluto una ópera prima y demostrarnos que viene firmada por un buen escritor que ha sabido ser antes un buen lector (algo cada vez menos habitual). Su dominio de una inquietante imaginería y unas coloridas voces que nadie le supondría ajenas no solo nos trasladan a un México mítico, sino que suponen sin duda una de las irrupciones más refrescantes del reciente panorama literario español".

Javier Quevedo Puchal, escritor

Se toma un entorno rural y otro psiquiátrico. Se maceran con una porción generosa de drogas, litros de alcohol, unas gotas de veneno y un buen chorreón de lágrimas, sangre y vómito. Se añaden asesinatos brutales, vejaciones, suicidios, pesadillas recurrentes, trastornos mentales, tortura física y psicológica y una pizca de traumas.

Se cuece a fuego lento hasta que esté dorado y solo entonces se incorporan los machetes y las armas de fuego, y se salpimenta con mentiras, miseria y traición.

Se sirve con una salsa de humor negro y una guarnición de anécdotas deportivas, animales exóticos y artesanía de la tierra, y la historia ya está lista para ser degustada hasta apurar el plato.

Ángel Vela combina en su puchero macabro dos historias que se entremezclan para formar una novela oscura y malsana en la que no todo es lo que parece. Una espiral de sufrimiento que consumirá hasta destruir a cuantos caigan en ella. Personajes esclavos de sus instintos, de sus pasiones y miedos, o incluso de su pasado o su futuro. La venganza hace que todo se hermane para descubrir que esta anida donde el perdón no llega.