HISTORIA DE LEYRE


Nuestra familia está compuesta por Rubén (papá), Sandra (mamá), Rebeca (hermana mayor), Erik (hermano mediano) y Leyre (la pequeña guerrera), de 32 meses de edad, quien padece una malformación anorrectal. Somos originarios de España, específicamente de Cataluña.


El diagnóstico de su malformación se realizó poco después de nacer, ya que Leyre presentaba atresia de esófago y, al examinarla más detenidamente, se descubrió su condición anorrectal, además de otras patologías. La noticia nos dejó atónitos, ya que era algo desconocido para nosotros y nos costó comprender la gravedad de la situación.


Desde entonces, nuestra vida ha experimentado un vuelco significativo. Nos hemos unido más como familia, brindándonos apoyo mutuo en todo momento. A pesar de los desafíos y las emociones fuertes que hemos enfrentado, hemos aprendido a lidiar con la situación y a seguir adelante junto a Leyre.


Hemos contado con un valioso apoyo emocional y práctico, tanto de profesionales de la salud como de familiares y amigos. Este respaldo ha sido fundamental para sobrellevar las dificultades y encontrar esperanza en medio de la adversidad.


A pesar de los obstáculos, celebramos cada pequeño logro en el proceso de Leyre. Aunque sigue siendo complicado, debido a que batallamos con el estreñimiento y ella necesita ayuda de medicamentos y otros procedimientos, estamos comprometidos a seguir luchando por su bienestar y su felicidad.


Esta experiencia nos ha enseñado la importancia de la unidad familiar y la resiliencia. Hemos descubierto fortalezas que desconocíamos tener, y aunque hay momentos de incertidumbre, encontramos consuelo en la sonrisa de nuestra pequeña guerrera.


Para aquellos que atraviesan situaciones similares, les aconsejamos mantener la fortaleza, buscar apoyo psicológico si es necesario y recordar que siempre habrá una luz al final del túnel. La esperanza y el amor incondicional son nuestras mayores herramientas para superar los desafíos.


Nuestro mayor anhelo para el futuro es que Leyre pueda mejorar y lograr independencia en sus cuidados, que pueda ir sólita al baño sin medicación, sin ayuda. A pesar de la incertidumbre, mantenemos viva la esperanza de que todo saldrá bien y seguiremos brindándole todo nuestro amor y apoyo incondicional.