José Guadalupe Posada


El presente altar está dedicado al artista mexicano: José Guadalupe Posada (1852 – 1913).

Fue un artista plástico mexicano, famoso por sus grabados en los que representaba temas populares.

Utilizó su arte para hacer crítica social y ejerció una gran influencia en los jóvenes que llevaron adelante el movimiento del renacimiento del muralismo.

José Guadalupe Posada nació el 2 de febrero de 1852 en San Marcos, Aguascalientes, México. La preocupación de José Guadalupe Posada en sus primeros años fue ayudar a su padre con la siembra para colaborar con el hogar económicamente, puesto que las dificultades no eran pocas.

Después, el jovencito fue a trabajar con su tío Manuel, que era alfarero. Allí se dieron sus primeros acercamientos con el arte, especialmente, se interesó en los sencillos adornos que se realizaban en esas piezas.

Inicios artísticos

Algunas fuentes aseguran que Posada trabajó en el taller litográfico del señor Trinidad Pedroza. Allí comenzó como aprendiz y colaboraba con el semanario dominical El Jicote. Antes de cumplir 20 años de edad, ya Posada habría sido reconocido por sus ilustraciones en esa publicación.

Sin embargo, otras fuentes parecen sugerir que eso era prácticamente imposible, puesto que José Guadalupe Posada era demasiado joven para haber trabajado con Pedroza en esa oportunidad.

Lo que se sabe acerca de este período es que antes de cumplir 20 años ya había comenzado su entrenamiento en litografía y grabado.

Guanajuato

En la década de 1870 se reunieron en León, Guanajuato. Allí retomaron juntos el trabajo, en esa oportunidad, alejados de la política.

En ese taller Posada permaneció como encargado tras el regreso de Pedroza a Aguascalientes en 1873. A partir de entonces la fama de José Guadalupe creció rápidamente. Sus trabajos llegaban hasta Ciudad de México y allí el nombre de Posada comenzó a destacar.

En 1876 Posada compró el taller en León a Pedroza. Entonces, su próspero negocio y el mismo artista, se hicieron con una fama del mejor establecimiento y litógrafo de la zona, respectivamente.

En 1884 Posada comenzó a formar parte del cuerpo docente de la Escuela de Instrucción Secundaria como profesor de Litografía. Allí enseñó este arte durante cuatro años.

Ciudad de México

A finales de la década de 1880, José Guadalupe Posada se trasladó a la capital mexicana, probablemente después de las inundaciones que golpearon a Guanajuato y otras zonas del país durante esa época. En ese tiempo entró en contacto con otros litógrafos que enriquecieron el trabajo de Posada. Entre ellos destacaban José María Villasana y Daniel Cabrera Rivera.


Se cree que desde 1889 Posada ya había comenzado a trabajar de forma independiente. Tuvo varios talleres en Ciudad de México pero de todos destacó el de la calle de Santa Inés. Allí trabajaba ante la vista de los curiosos que siempre se acercaban a observarlo hacer su arte, entre aquellos estuvo José Clemente Orozco.

Últimos años

Entrado el siglo XX, José Guadalupe Posada se dedicó a ilustrar muchas publicaciones de corte político. Realizaba jocosas representaciones de los agravios que cometía la burguesía contra el pueblo mexicano, que se hallaba sumido en la pobreza.

Hasta su muerte hizo grabados que estaban relacionados con el tema de la Revolución mexicana, mostrando una profunda crítica social y al mismo tiempo un registro gráfico cronológico de los sucesos que ocurrieron en el país.