Tamara Rojo

Tamara Rojo (Montreal, Canadá, 17 de mayo de 1974)

Bailarina y directora de ballet española.


Biografía

Nació en la ciudad canadiense de Montreal donde residían sus padres, ambos de nacionalidad española. Cuando Tamara cumplió cuatro meses se trasladaron a España. Se inició en el Centro de Danza Víctor Ullate (1983-1991). Tras formar parte de la Compañía de Ullate (1991-1996), Galina Samsova la invitó a bailar en el Scottish Ballet (1996-1997). Doctora con sobresaliente ‘cum laude’ en el Instituto Superior de Danza Alicia Alonso de la Universidad Rey Juan Carlos con la tesis: Perfil Psicológico de un Bailarín de alto nivel. Rasgos vocacionales del bailarín profesional. Anteriormente obtuvo el Máster en Artes Escénicas por la URJC.

Con 25 años fue bailarina principal en el English National Ballet (Ballet Nacional de Inglaterra) (1997-2000), categoría con la que se incorporó al The Royal Ballet de Londres, invitada por Anthony Dowell en julio de 2000.

Ha actuado, como artista invitada, entre otras compañías de ballet, con: el Ballet Mariinski, el ballet del Teatro de La Scala de Milán, el Tokyo Ballet, el ballet del Teatro Mijáilovski de San Petersbugo, el Ballet de la Ópera de Niza, el Arena de Verona, el Ballet Nacional de Cuba y el Ballet de la Ópera de Berlín y ha participado en numerosas galas de ámbito internacional.

Directora del English National Ballet a partir de septiembre de 2012,​ se comprometió a mantener los clásicos relevantes y renovados.

En 2022 se convirtió en la primera mujer en dirigir el Ballet de San Francisco, en los noventa años de historia de la compañía.


Premios y reconocimientos

2021 Medalla de Oro de la Academia de las Artes Escénicas de España

2021 Embajadora honoraria de la marca España

2020 Premio Pop-Eye en la categoría de danza.4​

2016 Commander of the Order of the British Empire (CBE)

2013 II Premio a las Relaciones Hispano-Británicas

2012 «Gold Medal for Fine Arts 2012» en el John F. Kennedy Center for Performing Arts

2011 Encomienda de número de Isabel la Católica

2010 The Laurence Olivier Award –Brandstrup – Rojo “Goldberg Variations” best new dance production

2009 Cultura Viva– Universidad de Nebrija

2008 Medalla Internacional de las Artes de la Comunidad de Madrid

2008 Premio Benois de la DanzaRD

2007 Premio Ciudad de Madrid, reglón Interpretación

2006 Premio Pilates Fitness an Wellness: Cultural person of the year

2005 Premio Príncipe de Asturias de las Artes (compartido con Maya Plisétskaya)

2004 Premio Positano "Leonid Massine"

2002 Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes

2002 Critic's Circle Dance Awards de Londres

2001 Sherringtons Awards Best Female Dancer of the Year

2001 Embajadora de la Fundación Hans Christian Andersen de Dinamarca

1997 Bailarina Revelación del Año por el Times londinense

1996 Primer premio de la Italian Critics como Mejor Bailarina del año

1994 Grand Prix Femme et Medaille Vermeille de la Ville de Paris (à l'unanimité) - Concour International de Danse de Paris

1994 Medalla de Oro en el Gran Prix de la Ville de París


El dolor físico acompaña a los bailarines a lo largo de su carrera, pero Tamara confiesa que merece la pena. “El ballet me da una sensación de libertad que no he encontrado en otro lugar. Hay momentos en los que el cuerpo duele, pero no es una agonía constante, no soy masoquista. Al terminar una función acabo como el que ha corrido un maratón”. Su tesis doctoral de 2016, Perfil psicológico de un bailarín de alto nivel, habla de eso. “Aunque la mentalidad de un bailarín y un deportista de élite tengan las mismas características de perfeccionismo e inteligencia emocional, en el ballet no hay medallas. Nuestro fin es el arte”. Por eso, Tamara cree que todos los niños deberían estudiar ballet. “Da autoestima, disciplina, enseña a concentrarse en una sola cosa hasta su punto más álgido y aprendes el significado del sacrificio.”.



Ella vive a un ritmo frenético y duerme menos de seis horas porque bailar y dirigir la compañía le ocupan el resto del tiempo. “Para bailar bien has de cuidar tu cuerpo como si fuera un Ferrari, descansar, comer, darte masajes y muchas horas de ensayo. Para dirigir, necesitas todo ese tiempo para reunirte con artistas, el alcalde, los ministros y, además, echar horas en el estudio”. Lleva 22 años viviendo en Londres, su hogar. “Pero también Madrid es hogar, ahí está la casa de mis padres. Cada vez que vuelvo a ella es como si tuviera 15 años. ¡Hay hora de cenar!”, ríe.