Febrero solidario


El proyecto

Febrero solidario es una experiencia educativo-pastoral consistente en colaborar con uno de los proyectos solidarios que desarrolla la congregación de Hermanas Carmelitas de la Caridad Vedruna en los diferentes continentes. En el colegio se dedica el mes de febrero para cultivar en los alumnos el valor de la solidaridad con los más desfavorecidos en los distintos aspectos. Desde las tutorías se programan una serie de sesiones donde se intenta suscitar, promover e implicar a los estudiantes en la necesidad de ayudar y colaborar con las personas que viven en situación de desigualdad, injusticia o pobreza. Una vez concluida esta primera etapa de concienciación y sensibilización con las realidades de otras comunidades pasamos a una segunda fase donde los alumnos aportan su granito de arena para corregir estas diferencias. Esta contribución puede ser material o afectiva.

La motivación es la clave para alcanzar el éxito en cualquier proyecto que se plantee, por ello, es fundamental la primera fase del plan de trabajo porque tenemos que hacer a los alumnos partícipes, sintiéndose ellos como una parte importante y teniendo la sensación que su contribución es esencial para llevar a cabo este guión trazado donde el argumento principal es ayudar a los demás.


Objetivos

1º Educar a los alumnos en valores humano-cristianos que ayuden a forjar su personalidad.

2º Sensibilizar a los alumnos de la realidad social, económica y política de los países más desfavorecidos.

3º Contribuir con su aportación a erradicar estas situaciones de desigualdades entre los distintos pueblos.


Implementación y beneficios

El desarrollo de esta práctica implica las siguientes fases:

  1. Preparación de las tutorías por parte de los tutores con la ayuda del Departamento de Pastoral.
  2. Desarrollo en la clase con los alumnos de las sesiones necesarias para motivarlos.
  3. Realización de actividades para recaudar fondos o realizar visitas a colectivos desfavorecidos.

Los posibles resultados y beneficios están relacionados con la consecución o no de los objetivos previstos. Además, esta experiencia educativo-pastoral contribuirá al cumplimiento de las siguientes funciones:

    • Esta práctica ayudará a los alumnos a realizarse como personas capaces de ayudar a los demás en una sociedad cada vez más individualista.
    • Permitirá conocer las realidades de otros pueblos, la desigualdad que sufren algunos grupos de personas marginados y esto les permitirá valorar los bienes que ellos poseen.