La mayoría de los ríos se dividen en tres partes: cuenca alta, cuenca media y cuenca baja. El río Piura inicia su recorrido a partir de la cota 3 286 msnm y luego de 40 km, llega a 500 msnm, este tramo forma parte de la cuenca alta. A partir de esta cota, tiene un recorrido de 110 km hasta llegar a 100 msnm, siendo la cuenca media. Finalmente, recorre 130 km más hasta llegar al mar, lo que se denominaría cuenca baja. Esta última, conocida también como llanura de inundación, es el lugar donde generalmente se depositan los sedimentos que han sido transportados desde la cordillera de los Andes (Figura 1). 

La cuenca baja solía tener una gran cantidad de nutrientes debido a los minerales que acarreaba el río Piura a lo largo de su recorrido. Además, al contar con pozos subterráneos que eran recargados constantemente, se generaron condiciones propicias para el desarrollo de la agricultura. Sin embargo, debido a la característica de caudales en el río Piura al ser un río efímero, se realizaron una serie de estructuras hidráulicas para permitir un régimen más constante de caudales, asegurando de esta manera la continuidad de la actividad agrícola. Es así que en 1954 se construyeron diques para canalizar el río con el objetivo de transportar las aguas trasvasadas del proyecto San Lorenzo. Pero, entre 1972 y 1973, después del fenómeno de El Niño (ENSO), los diques fueron reconstruidos con mayor altura, para evitar que las áreas de cultivo vuelvan a inundarse. En 1976, los diques nuevamente fueron reforzados para disminuir el área de la zona de inundación (Figura 2). 

Las diferentes estructuras hidráulicas han permitido el desarrollo económico del departamento de Piura. Sin embargo, diseñar sin conocer realmente la geomorfología del río y, sobretodo, sin entender que el río está constituido tanto por agua como por sedimentos, genera deficiencias en el diseño. El río Piura ha ido perdiendo poco a poco su capacidad hidráulica como consecuencia de que los sedimentos se han ido depositando en una menor área de inundación, aumentando en dicha zona, la cota del fondo del río. Al tener una cota de fondo mayor, se genera un efecto de barrera que disminuye la capacidad del río (Figura 3). Esta barrera es una de las variables dentro de la naturaleza del efluente que ayuda a responder por qué el río Piura no tiene capacidad para evacuar un caudal de 3 468 m3/s (27/03/2017), a pesar que en el evento que tuvo lugar entre los años 1982 y 1983 soportó un caudal de 3 200 m3/s y, entre 1997 y 1998, un caudal de 3 900 m3/s. 

Para poder empezar la recontrucción se debe investigar, de manera acelerada, cada río, entendiendo su naturaleza y respetando, sobretodo, sus límites. La toma de decisiones por parte del sector público es también importante, ya que muchos proyectos son frenados por políticas de inversión que solamente se basan en la relación costo-beneficio.

Citación:

Guerrero L, 2017. El rio Piura y su llanura  de inundación. Apuntes Disruptivos. Hackeando El Niño (web). UTEC.