Antes de comprar muebles, papel o cualquier producto de madera, verifica que cuenten con certificaciones sostenibles como el FSC (Forest Stewardship Council) o PEFC (Programme for the Endorsement of Forest Certification), que garantizan que los materiales provienen de bosques gestionados de manera responsable.

Opta por productos reciclados o reutilizados, como papel reciclado o muebles de segunda mano, para reducir la demanda de madera nueva.

Participa en programas locales o internacionales de reforestación. Existen organizaciones como Plant for the Planet, One Tree Planted o WWF que permiten donar árboles para ser plantados en áreas afectadas por la deforestación.

Si tienes espacio en tu hogar, considera plantar árboles o especies nativas que contribuyan al ecosistema de tu región.

Comparte datos y noticias sobre la deforestación en tus redes sociales para crear conciencia en tu comunidad.

Organiza charlas, talleres o actividades educativas en escuelas y grupos comunitarios para informar sobre la importancia de los bosques y cómo protegerlos.

Apoya campañas de activismo ambiental que promuevan leyes y regulaciones más estrictas contra la deforestación.

Evita comprar productos que contengan aceite de palma no certificado, ya que su producción es una de las principales causas de deforestación en regiones tropicales como Indonesia y Malasia. Busca etiquetas como RSPO (Roundtable on Sustainable Palm Oil).

Reduce el consumo de carne, especialmente de res, ya que gran parte de la deforestación en la Amazonía es causada por la expansión de tierras para ganadería. Opta por alternativas más sostenibles como el consumo de proteínas vegetales.

Prefiere productos con envases biodegradables o reciclables para disminuir la contaminación y la demanda de recursos forestales.