La anemia es una afección que se produce cuando hay una deficiencia en la producción de glóbulos rojos (nivel bajo de hemoglobina), que se encargan de transportar oxígeno a los tejidos del cuerpo, esto ocasiona cansancio y debilidad.
También ocasiona dificultad para respirar, mareos, dolores de cabeza o arritmias.
Existen muchos tipos de anemia, los más comunes son:
Es el tipo más común, como su mismo nombre lo dice, ocurre en la ausencia de hierro en los niveles necesarios para la producción de hemoglobina.
La anemia por deficiencia de vitamina B12 es un conteo bajo de glóbulos rojos debido a una falta (deficiencia) de dicha vitamina.
Los signos y síntomas de la anemia varían según la causa y la gravedad de la misma. Según las causas de la anemia, es posible que no tengas síntomas.
Los signos y síntomas, si se presentan, podrían incluir:
Fatiga
Debilidad
Piel pálida o amarillenta
Latidos del corazón irregulares
Dificultad para respirar
Mareos o aturdimiento
Dolor en el pecho
Manos y pies fríos
Dolores de cabeza
Al principio, la anemia puede ser tan leve que no se nota, pero los síntomas empeoran a medida que empeora la anemia.
Para diagnosticar la anemia, es probable que tu médico te pregunte acerca de tus antecedentes médicos y familiares, te haga un examen físico además de realizar las siguientes pruebas:
El hemograma completo se usa para contar el número de células sanguíneas en una muestra de sangre. En el caso de la anemia, el médico probablemente estará interesado en tus niveles de glóbulos rojos y hemoglobina en la sangre.
Los valores normales de hematocrito en adultos generalmente se encuentran entre el 38,3 % y el 48,6 % en el caso de los hombres, y entre el 35,5 % y el 44,9 % en el caso de las mujeres. Los valores saludables de hemoglobina en adultos son generalmente de 13,2 a 16,6 gramos por decilitro para los hombres y de 11,6 a 15 gramos por decilitro para las mujeres. Estos valores pueden variar ligeramente de un médico a otro.
Las cifras pueden ser más bajas en el caso de las personas que hacen una actividad física intensa, están embarazadas o son de edad avanzada. El fumar y la altitud pueden aumentar las cifras.
Algunos de tus glóbulos rojos también podrían analizarse en busca de tamaño, forma y color inusuales.
Como es lógico, el tratamiento de la anemia dependerá de cuál sea la causa que la origina y su gravedad:
Tomar suplementos de hierro, vitamina B12 o ácido fólico.
Medicamentos que inhiban el sistema inmunitario.