Siguiendo el caso clínico a tratar, los padres y los hijos se encuentran en la zona de pobreza, pero ¿de qué tipo de pobreza se trata?
Según la RAE, la pobreza se define como escasez de recursos necesarios para vivir. La pobreza monetaria se refiere a aquellas personas que poseen gastos e ingresos insuficientes a alcanzar el costo de la canasta básica de alimentos y de servicios indispensables (salud, vivienda, transporte, etc.). Los pobres extremos son quienes no alcanzan la canasta básica entre sus gastos per cápita.
Según datos de la INEI los departamentos con altos índices de pobreza son los ubicados en la Sierra teniendo a 5 regiones con un porcentaje de 36.7 a 40.9% de pobreza monetaria total. Madre de Dios, Lambayeque y la Costa sur presentan tasas mucho más bajas a comparación de la Sierra y el norte de la Selva[1].
Grupos de Departamentos con niveles de pobreza monetaria total, semejantes estadísticamente
Fuente: INEI-2021
La situación cultural de las personas es muy importante, sobre todo si nos referimos a la educación de cada uno. Sin embargo son los pobres quienes menos educados están, ya que un 87,2% de pobres que no han llegado a terminar una educación superior (universidad). Por el otro lado, los no pobres tienen un 67,7% el cual no es el porcentaje bajo que se espera.
En cuanto a la salud, los pobres están afiliados en su mayoría (también los vulnerables) al SIS (Servicio Integral de Salud), el cual es subsidiado por el Estado y presenta un sinfín de deficiencias dentro de los hospitales y postas en su haber[2].
La situación económica es un factor importante en el crecimiento del bebé, niño y adolescente, ya que influye directamente en la alimentación y calidad de vida que se les proporciona a ellos. Según las cifras mostradas por la INEI, en el 2021 habían más niños pobres ya sea en zona rural y urbana respectivamente siendo la zona rural la más afectada con altos porcentajes por edad[1].
¿Qué tanta diferencia encontramos entre zona rural y urbana?
Encontramos una abismal diferencia en cuanto a servicios básicos. El acceso de agua potable y el acceso a desagüe son dos servicios básicos que solo lo poseen menos del 25% de residentes en zona rural. Adicionalmente el acceso a internet, básico hoy en día, es casi nulo[2,3].
Respecto al acceso al servicio sanitario en el 2021, se observa una enorme diferencia en la zona urbana sobre la zona rural. Un servicio sanitario de calidad promueve la salud y previene enfermedades. Por lo tanto, es preocupante que en la zona rural existe un 14,5% que no posee este servicio [3]. (Fuente: INEI-ENDES-2021)
Respecto al material del piso de las viviendas en el 2021, observamos que la tierra/arena es el material predominante en la zona rural. Esto es importante debido a que mantiene una relación con enfermedades a las que pueden estar expuestos los habitantes. El segundo material predominante es el cemento/ladrillo, sin embargo, existe una gran diferencia de la zona rural respecto a la urbana[3]. (Fuente: INEI-ENDES-2021)
Fuente: INEI-ENDES-2021
Respecto a la proporción de hogares hacinados en el 2021, se observa que la zona rural presenta mayor cantidad que la urbana. Además, el hacinamiento es mayor en la región Selva. Este estudio es importante porque el hacinamiento es uno de los factores sociodemográficos de riesgo para la salud de las personas. Cabe recalcar que se consideró hogar hacinado cuando el índice de hacinamiento (total de personas en el hogar/N° de cuartos para dormir) es mayor o igual a 3[3].
En zonas rurales se encuentran más casos de anemia por persona. Casi 1 de cada 2 niños de 6-35 meses sufren de anemia[4]. A pesar de ello, existe un contraste abismal entre dos departamentos como Tacna, siendo la de menor prevalencia (26%), y Puno, siendo la de mayor(70%); según el IPE en el 2021[6].
Incremento significativo en el 2021 de niños que consumen suplemento de hierro. Apurímac, Huancavelica y Piura tienen un alto porcentaje[4] y uno de los factores es el programa de suplementos de Micronutrientes en polvo (MNP) patrocinado por UNICEF para niños en 3 regiones: Apurímac, Huancavelica y Ayacucho. A pesar que haya sido efectuado en el 2009-2011 ha tenido un alto impacto a largo plazo[5].
La desnutrición en niños menores de 5 años se redujo un 6% entre 2019-2021 siendo Tacna con una mayor caída de -36% y Puno con -1,2%. Aun así Apurímac y Moquegua aumentaron el porcentaje de desnutrición de 20,5% y 17,2%, respectivamente[6].
Con la información recopilada podemos afirmar que la zona rural posee peores condiciones para vivir y una calidad de vida relativamente baja. Esta calidad de vida, sumado a la culturización de la población y la pobreza monetaria vista afecta directamente a la prevalencia de anemia en la zona rural llevando por 9 puntos porcentuales respecto a la zona rural y significando 6,7% más que el promedio nacional.
La desnutrición puede tener una relación proporcional con la anemia, sin embargo no son en todos los casos. Mientras que Tacna disminuyó la tasa de desnutrición y tiene la tasa más baja de anemia (niños menores de 5 años); por el otro lado, Puno también bajó su porcentaje de desnutrición y tuvo cifras significativas de niños con suplemento de hierro, sin embargo no se tradujo en la prevalencia de anemia, siendo la más alta de 70%[6].
Respecto a anteriores años, la prevalencia ha bajado considerablemente a nivel nacional y en la mayoría de departamentos, sin embargo no es un dato que podamos celebrar, ya que el lento progreso de desarrollo de salud y la pandemia del COVID-19 no ayudan a encaminar un buen programa en contra de la Anemia[7].
PREVALENCIA DE ANEMIA EN NIÑAS Y NIÑOS DE 6 A 59 MESES DE EDAD, SEGÚN ÁMBITO GEOGRÁFICO 2016-2020 (PORCENTAJE)
Fuente: INEI-2021
Visualizando ambos gráficos recolectados en el 2019, antes de la llegada de la pandemia del COVID-19, podremos afirmar que África tiene una alta prevalencia a comparación del resto del mundo al igual que el sureste de Asia y Oceanía. El continente americano presenta países con tasas bajas de anemia en niños de 6 a 59 meses. Sin embargo, si ampliamos el panorama e incluimos a personas más vulnerables como mujeres embarazadas (15-49 años) y niños de (6-59 meses), Perú presenta un 29,6% de prevalencia superando a Venezuela quien está sumergida en una profunda crisis económica. Es un porcentaje elevado contemplando a las demás naciones de América del Sur y el resto del continente [8,9].
Mientras que la prevalencia de anemia en el Perú de niños de 6-59 meses es de aproximadamente 29,5%, en Chile es de un 20,5%, aproximadamente. Brasil es la de menor tasa sudamericana con un 11,5%, aproximadamente; sin embargo en Brasil no existen datos nacionales de la prevalencia de anemia, sino estudios nacionales por regiones[10].
¿Qué tienen en común estos dos países vecinos?
3 comidas del programa PNAC en Chile , por ejemplo, que contenían lo necesario para bajar la tasa de desnutrición y anemia infantil.
Disminución Anemia Ferropriva en el Lactante (antes y después) - 2002
Un proyecto a largo plazo que Chile realizó y está dando frutos es el llamado "Programas de Suplementación Alimentaria y de Fortificación de Alimentos con Micronutrientes en Chile". Este fue realizado también en Costa Rica, Brasil y México logrando los resultados vistos en el gráfico de la OMS[11].
Para analizar a profundidad el caso clínico y poder proponer cómo solucionarlo, la información monetaria es de vital importancia, debemos de contar con cifras y datos sobre lo que ya se está haciendo a nivel nacional, regional y mundial para enfrentar la anemia infantil.
El 2017, el Ministerio de Salud presentó el Plan Nacional para la Reducción y Control de la Anemia Materno Infantil y la Desnutrición Crónica Infantil en el Perú: 2017-2021, con el objetivo general de contribuir con la reducción de la prevalencia de anemia materno infantil y denutrición crónica infantil, a través del fortalecimiento de intervenciones efectivas en el ámbito intersectorial.
En este plan se especifica que las acciones para la lucha contra la anemia del Plan Nacional serán realizadas en el marco del presupuesto asignado a los Programas Presupuestales Articulados Nutricional y Salud Materno Neonatal, el cual asciende a la suma de S/. 1 791 314 741 el año del comienzo de este plan, de este, S/. 1 585 796 116, corresponden directamente al presupuesto del Articulado Nutricional. El Gobierno Nacional tiene un PIA de S/. 739 394 262 y el Gobierno Regional de S/. 846 401 854 [12].
DATOS TOMADOS DE "ECONOMIC CONSEQUENCES ON ANEMIA BY ROSS AND HORTON"
Para comprender mejor la parte económica y la afección causada por la anemia debemos retroceder algunos años a 1998 a la publicación de Ross y Horton donde se dijo que: "On the basis of these studies, a reasonable estimate is that a decrease of half a standard deviation in scores for cognitive achievement is associated with a 4% decrease in hourly earnings" (Ross y Horton 1998). El cual refiere a que se dio un 4% de disminución en las ganancias por hora de trabajo en conjunto con la disminución de la mitad de la desviación estandar en aprendizaje cognitivo causado por la anemia infantil.
Teniendo la información previa en cuenta podemos saber que la anemia no es solo un problema ligado al ámbito de la salud, afecta a las producciones de trabajo porque este 4% es tomando en cuenta también a los trabajos independientes.
Ahora bien podemos hacer un enfoque en nuestro país donde podemos ver el número de perdidas de ingreso de madres gestantes que se dedican a la agricultura por departamentos.
Este gráfico se centra específicamente en una gestante que se dedica a la agricultura y tiene anemia a la vez. De este gráfico podemos observar que en departamentos como Amazonas, Loreto, Madre de Dios, los valores son bajos a comparación de los demás departamentos, sin embargo, la cifra sigue siendo elevada para la calidad de vida que hay en la selva rural[13].
DATOS INFOGRÁFICOS DE LA ANEMIA Y SU IMPACTO EN LOS DEPARTAMENTOS
Esta tabla nos ayuda a prevalecer los departamentos de la selva que viven en zonas rurales, aunque el dato sea del 2013, nos pareció relevante incluirlo en nuestro estudio ya que muestra la diferencia con la época actual. Nuestro caso clínico son niños de 7 y 9 años menores de 12 años que se puede observar un porcentaje considerable. Además de la poca educación de sus padres y su residencia y sus condiciones actuales.
En esta tabla se puede preciar mejor cuanta pobreza afecta la anemia en el Perú, desde las conexiones más básicas, etc. Según los datos recopilados por la INEI, casi un quinto de ellos responden a tener la llamada anemia. Para este estudio podemos tener en cuenta que ningún hogar ocupó el quintil más rico o el más pobre.
Janet Flores-Bendezú1, Juan Calderón1, Betty Rojas1, Edith Alarcón-Matutti2, César Gutiérrez, Desnutrición crónica y anemia en niños menores de 5 años de hogares indígenas del Perú – Análisis de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar 2013 http://www.scielo.org.pe/scielo.php?pid=S1025-55832015000300005&script=sci_arttext&tlng=en