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Al menos 319,826 personas en la Ciudad de México no reciben abasto de agua a través de la red pública de agua entubada (INEGI, 2015). En la misma línea, el 40% del agua del total del caudal suministrado a la Ciudad a través de los Sistemas Lerma y Cutzamala, se destina para uso doméstico; no obstante, el 18% de la población no recibe agua todos los días (Watts, 2015), y el 32% no cuenta con el agua suficiente para atender sus necesidades más básicas (Torres, 2017).

 El acceso al agua es un tema que se enmarca en la desigualdad socioterritorial. Las dotaciones más altas de este líquido (que van de los 301 a los 400 lts/hab/al día) se registran en las alcaldías al centro y poniente de la ciudad: Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y Benito Juárez, donde al mismo tiempo, se concentran las tasas de crecimiento demográfico más bajas (Programa de Derechos Humanos CDMX, 2016). Por otra parte, las alcaldías del sur-poniente, Cuajimalpa, Álvaro Obregón y Magdalena Contreras, presentan tasas de crecimiento demográfico positivas, con una urbanización irregular en algunos casos, así como con altas dotaciones de agua, ya que, además de contar con manantiales y ríos, se localizan en el trayecto de entrada de los caudales adicionales provenientes de los sistemas Lerma y Cutzamala. Se calcula que alrededor de 7,189 personas de las tres demarcaciones territoriales del sur-poniente mencionadas tienen acceso al agua mediante pipas (Programa de Derechos Humanos CDMX, 2016). 

Las alcaldías Azcapotzalco y Gustavo A. Madero presentan bajas tasas de crecimiento demográfico y dotación promedio de la Ciudad de México (200 ltr/hab/al día). Se calcula que en la Gustavo A. Madero 2,766 personas reciben agua mediante pipas. Las alcaldías Venustiano Carranza, Iztacalco y Coyoacán presentan tasas de crecimiento negativas y reciben una dotación promedio de la Ciudad de México. La población que se abastece mediante pipas en estas dos demarcaciones territoriales es escasa (Programa de Derechos Humanos CDMX, 2016). 

Iztapalapa cuenta con una población de 1.8 millones de habitantes y tiene una tasa de crecimiento que continúa siendo positiva. La dotación de agua en esta demarcación territorial es baja debido a la escasez de fuentes locales, magnitud de población y lejanía respecto a los caudales externos provenientes de los sistemas Lerma y Cutzamala. Las delegaciones del sur, Tlalpan, Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac, sobre todo esta última, presentan las dotaciones de agua más bajas en la capital. Las cuatro demarcaciones territoriales contienen la mayor parte del suelo de conservación de la Ciudad de México y presentan las tasas de crecimiento demográfico más altas, señal de que los procesos de urbanización, sobre todo irregulares, suceden en esta zona. Del total de la población de la Ciudad de México que se abastece por pipas, el 77.5% habita en estas cuatro delegaciones (Programa de Derechos Humanos CDMX, 2016). 

En estas demarcaciones territoriales del sur se presentan los mayores índices de tandeo y la menor frecuencia con la que el agua llega a las tomas domiciliarias. Topografía accidentada e irregularidad en la tenencia de la tierra son los factores que obstaculizan el acceso al agua en las demarcaciones del sur. Un estudio de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial del Distrito Federal (PAOT), muestra que 260 colonias son abastecidas mediante tandeo (Programa de Derechos Humanos CDMX, 2016). 

El suministro de agua mediante tandeo se estima que afecta a 1,430,667 personas, principalmente en las alcaldías Iztapalapa, Tlalpan, Coyoacán y Magdalena Contreras. Mientras en Tlalpan se recibe agua, en promedio, 35 horas a la semana y en Iztapalapa 20 horas; en Tláhuac y Milpa Alta sólo se recibe, en promedio, durante 14 horas a la semana (Programa de Derechos Humanos CDMX, 2016). 

De acuerdo con un diagnóstico realizado por el Sistema de Aguas de la Ciudad de México en 2010 (SACMEX), la situación del servicio de agua potable puede resumirse de la siguiente manera: 56% de las colonias de la Ciudad de México reciben un buen servicio, 15% se complementa mediante la explotación no sustentable del acuífero, 10% de las colonias reciben el agua mediante tandeo semanal y 15% mediante tandeo diario (Programa de Derechos Humanos CDMX, 2016) 

La insuficiente disponibilidad de agua de calidad, accesible y asequible, redunda en problemas de salud, alimentación y gasto, afectando desproporcionadamente a las mujeres que, debido a los roles de género, suelen ser responsables de la provisión del agua a los hogares. 

Aunado a lo anterior, el Consejo Consultivo del Agua (2018) señala que la desigualdad del agua comienza desde los usos, ya que los roles asignados entre hombre y mujer han provocado que ellas tengan una relación más estrecha con el líquido en el ámbito doméstico, de tal manera que conocen diversas formas de usarla y reutilizarla. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT) del 2019, las mujeres dedican en promedio 30.8 horas a la semana en actividades de trabajo doméstico no remunerado, mientras que los hombres solo invierten 11.6 horas. Con respecto a la limpieza de la vivienda, las mujeres invierten en promedio 10.1 horas a la semana, mientras que los hombres invierten 4.6 horas. Estos datos muestran que los mandatos sociales convierten a las mujeres en encargadas del trabajo doméstico. Cabe destacar que, durante la pandemia, el tiempo dedicado a las tareas del hogar incrementó, principalmente el destinado a los quehaceres domésticos, cuatro de cada diez mujeres señalaron este cambio (CEEG-ONU Mujeres - INMUJERES, 2021). 

Asimismo, la construcción sociocultural de la división del trabajo doméstico merma en la cantidad de horas que las mujeres dedican en la recolecta y acarreo de agua, ya que tiene un efecto negativo sobre su tiempo de ocio, así como en la sobrecarga en sus actividades de trabajo remunerado y no remunerado (Consejo Consultivo del Agua, 2018). La falta de continuidad en el servicio afecta particularmente a las mujeres en sus hogares. Por ejemplo, Salazar R. (2012) menciona que debido a que la alcaldía Iztapalapa tiene un déficit en el abastecimiento de agua, las opciones para la distribución del agua provienen del tandeo, acarreo y pipas. Con respecto al tandeo, debido a que los horarios de tandeo no son fijos, las mujeres deben estar atentas para apartarla, incluso en la madrugada. Si cuentan con cisterna esta labor simplifica el trabajo, de lo contrario tienen que acarrearla. Referente al acarreo, el 41% de las mujeres destina de una a cuatro horas a la semana, frente al 25% de los hombres en esa situación (Salazar, 2012). En relación con las pipas, al ser las mujeres las principales responsables en los hogares son las gestoras para acceder a las entregas de agua de pipa, de abrir acceso a los piperos en sus colonias y de destinar tiempo a recibirla en sus domicilios 

El tiempo que las mujeres destinan para el acarreo de agua o para estar atentas a los horarios variables del tandeo (que pueden ocurrir en la madrugada) es muy elevado. Esto implica un subsidio de género hacia la familia, cuyo costo es asumido por las mujeres (Rodríguez, citada en el Programa de Derechos Humanos, 2015). La implementación de sistemas de cosecha de agua de lluvia no sólo mejora el acceso a agua de calidad para las mujeres, sino que también contribuye a mejorar su calidad de vida y a cerrar brechas en la desigualdad de género 

Ante este panorama, los Sistemas de Captación de Agua de Lluvia son una alternativa innovadora y sustentable a la falta de agua en la ciudad. Con el cuidado y limpieza adecuados, estos sistemas proveen de agua de excelente calidad a los hogares entre 5 y 8 meses al año. 

Además, cosechar agua de lluvia tiene distintos beneficios ambientales y sociales: - Reduce el flujo de agua a los drenajes, lo que se traduce en menos inundaciones. - Disminuye la cantidad de energía necesaria para bombear y transportar agua a las viviendas. - Contribuye a la no sobreexplotación del acuífero y a su recuperación al reducir la demanda. - Disminuye el tiempo de trabajo no remunerado, principalmente de las mujeres, en tareas de gestión, almacenamiento, acarreo, mejora de la calidad, atención a enfermedades hídricas (...)