Los programas de procesador de textos son la aplicación más utilizada para automatizar la oficina y casi todos los organismos electorales los usan en su trabajo diario.
A finales del siglo XX, los procesadores de textos que se comenzaron a utilizar en las computadoras personales, remplazaron a las máquinas de escribir, excepto en los lugares que carecen de infraestructura para el suministro eléctrico.
El procesador de textos permite que el usuario cree y manipule un documento; lo despliega en la pantalla, dando la opción de guardarlo, recuperarlo o imprimirlo de manera electrónica.